Cada mes que llega tu estado de cuenta se reflejan cargos por suscripciones que no recuerdas haber contratado o que no consumes. Aunque son cantidades “pequeñas”, si sumaras todos los montos te llevarías una gran sorpresa. Estás ante una fuga considerable de dinero, esa cantidad que gastas en servicios que no disfrutas la podrías destinar en llenar el tanque de la gasolina, tu despensa o unas vacaciones.
Si tu situación económica no te lo permite o tienes la sensación de estar tirando el dinero, quizás debas aprender a decir que no y comenzar el proceso de baja de todo aquello que no te convenga. O al menos, disfrutar por ese servicio pagando menos dinero.
Lo primero que tienes que preguntarte para considerar seguir con estas suscripciones es: ¿Cuándo fue la última vez que usaste ese servicio?, ¿Es necesario tener todas las plataformas de streaming? ¿Ves Netflix en todas las televisiones al mismo tiempo?
¿Cómo librarte de las suscripciones?
Para librarse de esas suscripciones tendrás que iniciar sesión en esa plataforma y encontrar el botón de la baja del servicio. En algunos casos, puede que debas hacerlo por teléfono. Si es así piensa que vas a tener que pelear bien duro, porque ellos no desean perderte como cliente, pero tú no deseas pagar más. Llegará momento de negociar, y si lo tienes claro permanece inflexible.
En algunas ocasiones, solicitar la baja del servicio tiene un beneficio asociado, con tal de no perderte como cliente te ofrecerán una rebaja sustanciosa durante un tiempo. Valora esa posibilidad y si esa oferta tiene un tiempo limitado a partir del cual volverás a pagar lo de siempre, anótala para no volver a pagar más.
Las alternativas que te interesan
Si te resistes a solicitar la baja de algún servicio, puedes valorar la posibilidad de una suscripción familiar. Spotify, por poner un ejemplo, pone a tu disposición estas suscripciones que suelen resultar más económicas. Por otro lado, hay apps que tienen alternativas gratuitas. Por ejemplo, puedes oír música gratis y ahorrarte un montón de dinero.
De la misma forma piensa que hay una gran competencia entre estas plataformas de suscripción, y que de manera periódica aparecen ofertas que nos pueden venir bien. Es algo muy habitual en periódicos y revistas, por lo que saber cuál es el mejor momento es una buena medida de ahorro. Pero la mejor forma de ahorrar es pensar concienzudamente en el uso que puedes hacer de esa suscripción, Piénsalo bien antes de contratar el servicio, ya que posteriormente suele dar bastante pereza. Pero una baja de un servicio que ya no usas supone no es solo un ahorro económico, sino una liberación mental. Si tu suscripción se ha convertido en una esclavitud, ya no la vas a pagar a gusto.
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