El cáncer a menudo es impredecible, pero hay cosas que todo el mundo puede hacer para ayudar a reducir su riesgo o mejorar sus posibilidades de combatirlo en caso de haber desarrollado la enfermedad. Toma las riendas haciendo cambios sustanciales, como adoptar una alimentación saludable y o realizandote exámenes de detección de forma regular.
A continuación te decimos qué hábitos podrían ponerte en riesgo:
Azúcar
El exceso de azúcares en la dieta aumenta la actividad de una proteína llamada b-catenina, íntimamente relacionada con la progresión tumoral. Se explica así por qué los datos epidemiológicos reflejan que la frecuencia de ciertos tipos de cáncer puede llegar a ser el doble en poblaciones con niveles elevados de azúcar en sangre, como los obesos o los diabéticos.
Agentes infecciosos
Los agentes infecciosos, como los virus, las bacterias y los parásitos, son la causa de dos millones de casos de cáncer en todo el mundo, según un estudio internacional publicado en The Lancet Oncology. Dicho de otro modo, un 16% de los casos de cáncer en todo el mundo durante 2008 se debieron a una infección que se podría haber prevenido o tratado. Los principales cánceres relacionados con infecciones son los asociados con la bacteria Helicobacter pylori y los virus del papiloma, de la hepatitis B y de la hepatitis C.
Diez en vez de uno
Lo que actualmente llamamos cáncer de mama debería ser considerado como diez enfermedades diferentes, según se desprende de un revolucionario estudio británico y canadiense que publicó la revista Nature. La nueva clasificación, basada en la huella genética de los tumores, podría mejorar el tratamiento al permitir adaptar los medicamentos a cada caso, lo que aumentaría las tasas de supervivencia.
Restricción calórica
Una disminución sostenida en la ingesta de alimentos resulta en un incremento en la longitud de los telómeros -extremos de los cromosomas- en ratones de edad adulta, lo que ejerce un efecto protector sobre el ADN y el material genético. Estos efectos beneficiosos sobre la juventud de los cromosomas se traducen en una menor incidencia de cáncer, entre otras enfermedades asociadas al envejecimiento.
Fritos
Comer al menos una vez en semana patatas fritas, pollo o pescado rebozados y otros alimentos fritos en aceite abundante se asocia con un mayor riesgo de cáncer de próstata, además de que predispone a una evolución más agresiva de esta enfermedad, según demostraron investigadores del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de EE UU.
Cáncer y electricidad
Científicos de la Universidad de Tufts han identificado una señal bioeléctrica puede identificar qué células corren el riesgo de convertirse en tumores. Pero no solo ayudan a pronosticar: las señales bioeléctricas constituyen un importante mecanismo de control para regular cómo crecen y se multiplican las células. Tanto es así que los científicos han demostrado que se podría reducir la incidencia de células cancerosas manipulando el voltaje de la membrana celular. O usar estas señales para que los órganos dañados se reparen.
Con información de Muy Interesante