Mis hermanos sin duda armaron la lista de lo que espero en un hombre, me enseñaron de respeto, límites y obvio, a defenderme. Aprendí desde adentro cómo funciona la mente masculina y si, son criaturas muy interesantes.
Son los mejores hombres del planeta y gracias a ellos, no permito que nadie me trate mal y espero un alto nivel de respeto. Me han ayudado a ser quien soy, dan los mejores consejos y aunque me vuelvan loca el 99.9% del tiempo, los amo. Aquí los nueve aprendizajes que me dejaron sin querer:
- A tratar con hombres
Tener hermanos te da una comprensión del sexo opuesto desde que naces (en mi caso) porque aprendes cómo funciona su mente. Pueden ser muy complicados y más cuando estamos creciendo pero crecer con hombres te ayuda porque te acostumbras a tratarlos y no te da miedo estar con ellos.
- Desarrollar paciencia que no sabías que existía
Aprendí a sacar paciencia en los momentos que creí explotar de enojo o de estrés. Me enseñaron a calmarme y ser razonable, buscando el equilibrio en casa aunque estuvieran actuando como niños chiquitos.
- A pelear más que Mulán
Nada me enseñó a luchar más que mis hermanos: tanto figurativa como literalmente. Ellos son duros conmigo y me exigieron nunca darme por vencida y no aceptar nunca un no como respuesta, obvio también a defenderme, aunque haya salido con una costilla rota y moretones al por mayor.
- No esperar menos de tu pareja
Mis hermanos sin duda son la mejor guía para buscar lo que quiero y lo que no en una pareja. Aprendí a cómo ser tratada correctamente y no conformarme con menos. Todos sabemos lo difícil que es que tus hermanos aprueben a tu novio, pero si lo hacen sabes que vas por buen camino.
- Siempre están
Si estoy en problemas, se exactamente a quien llamar. Siempre tienen mi espalda y me apoyan aunque no estén de acuerdo. No es que no sea capaz de cuidar de mi misma, pero ayuda saber que estarán ahí pase lo que pase, ya sea ir por ti a un rumbo horrible porque siempre te pierdes o hablar con tu mamá cuando sientes que no te entiende y se pelean. Sé que siempre me van a proteger ya cuidar de quien sea donde sea.
- Saber conseguir lo que quieres
Soy excelente discutiendo porque lo he hecho desde que tengo memoria. Siempre tengo argumentos sólidos y no es problema para mí expresar libremente mis opiniones. Es un poco contraproducente porque no tengo filtro, pero casi siempre es algo bueno.
- Te comunicas porque te comunicas
Los hombres no entienden indirectas y al crecer con ellos, aprendí a tratar con estos imposibles (pero adorables) seres que me permitieron desarrollar métodos de comunicación que no sabía que existían.
- No todo es sobre emociones
Cuando creces siendo la única niña, notas que para ellos las emociones no son prioridad y entiendes que está bien. Esto te da una ventaja para tratar a los hombres a lo largo de tu vida y saber que la mayoría no son buenos en el ámbito sentimental y por lo mismo, no lo exiges.
- Estar sola es bueno
Muchas veces hacen actividades que no te involucran o hablan de temas que no entiendes, aprendí a estar conmigo sin la necesidad de estar acompañada todo el tiempo y valoré mucho mi espacio personal, que muchas veces fue altamente invadido.
Aunque parezca que vinieron de otro planeta, no hay mayor bendición que tenerlos en mi vida y haber crecido con ellos.