Edificio Carolino (4 Sur, no. 104): se fundó en 1578 como sede del Colegio del Espíritu Santo. En 1765 fue escenario de la expulsión de los jesuitas de América. El 20 de septiembre de 1865 fue testigo de la fuga de Porfirio Díaz después de haber sido apresado por los franceses. Durante el siglo XX se dieron en este lugar algunos de los movimientos estudiantiles de México en los que, por supuesto hubo vidas de por medio.
Casona de la China Poblana (4 Norte, no. 2): a pesar de su nombre en este lugar nunca vivió Doña Catalina de San Juan (que era el nombre de la China Poblana). Esta fue la casa donde murió éste que fue uno de los personajes míticos por excelencia de la época de la Colonia. Después de su deceso fue enterrada en la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde hasta la fecha descansa.
Hotel Colonial (4 Sur, no. 105): en este lugar, que fue construido como un anexo del Carolino, hay un balcón que es más famoso que el resto de los de la ciudad. Éste balcón, ubicado a la derecha del edificio, sirvió como estrado para el mártir de la democracia, Francisco I. Madero, en uno de sus discursos con los que inspiró al pueblo para derrocar al gobierno de Porfirio Díaz.
Casa del que mató al animal (3 Oriente, no. 201): se trata de una de las leyendas más escalofriantes de la Puebla antigua: el hijo de Don Pedro de Carvajal había sido devorado por una bestia que asolaba la ciudad. Fue el novio de su hija Teodora el valiente que mató al monstruo y obtuvo así la mano de la hija de Don Pedro y, a la postre, la casa que, en la actualidad alberga al periódico de mayor circulación de Puebla.
Cine Coliseo (2 Poniente, no. 304): su primer nombre fue Gran Teatro de Variedades en su fundación en 1908. Antes de ser cine y teatro, fue sede de un convento de monjas dominicas. Tuvo un aforo para 2500 personas y entre las personalidades que pasaron por su escenario se cuentan Virginia Fábregas, Agustín Lara, Juan Arvizu, Joaquín Pardavé, Jorge Negrete, “Palillo”, Berta Singerman, Lupe Rivas Cacho y Plácido Domingo. En la década de los 30 se convertía por las noches en ring de lucha libre. El 21 de febrero de 1988 fue la última función cinematográfica de su historia y para 1997 el edificio fue adquirido por una empresa de telas que hasta la fecha mantiene sus marquesinas originales.
Casa donde murió Ignacio Zaragoza (Avenida Reforma, no. 126): mucho se habla del lugar donde alcanzó el éxito el general Zaragoza, pero poco del lugar donde expiró su vida. Esta casa se encuentra a pocos pasos del Zócalo y actualmente son oficinas del Ayuntamiento. Vale la pena darse una vuelta por ahí para descubrir cuál fue la última morada de uno de los grandes talentos militares de nuestra historia.
Hotel Gilfer: en la esquina del Pasaje del Ayuntamiento y la 2 Oriente se encuentra uno de los edificios que han sido ejemplo de la destrucción paulatina del patrimonio y sin embargo tiene una historia interesante. El 7 de junio de 1864, durante la visita de los entonces emperadores Maximiliano y Carlota se dio uno de los bailes de recepción de mayor gala que hubo en la historia de la ciudad.
Capilla del arte UDLAP: la esquina de la 2 oriente y la 2 norte es un ejemplo de la influencia francesa que tuvo la ciudad durante el porfiriato. Originalmente fue construido por los Hermanos Lion y comisionado a la firma «Schwartz & Meurer» para instalar el más grande almacén de ropa y novedades en provincia llamado «Almacenes de la Ciudad de México».
Iglesia de Dolores: sobre el Bulevar 5 de mayo, a la altura de la 10 oriente existe una iglesia como muchas otras de la ciudad salvo por un detalle: es un ejemplo de un estilo barroco muy sui generis. La iglesia, dedicada a la Virgen de los Dolores se terminó en 1737 de acuerdo con el estilo arquitectónico de la época. Sin embargo, la gente que se avecindó a la iglesia en los años sucesivos construyó a su alrededor una edificación que tiene en sí misma estilos de otras épocas que le dan un aspecto de edificio parchado.