No es gratuito que José Luis García Parra aparezca en el tercer lugar en la lista de los diputados plurinominales. El famosísimo “Choco”, como lo llaman sus amigos y más allegados, comenzó a trabajar con Alejandro Armenta Mier por allá del 2004 y no ha dejado de estar ahí con él, en las buenas, en las malas y en las verdaderamente muy malas.
Cuando a Armenta se le acomodaban las estrellas, García Parra estaba ahí para acompañarlo.
Cuando al hoy candidato de Morena a la gubernatura no le iba bien, ahí estaba el “Choco” fiel y al pie del cañón.
Cuando a Miguel Barbosa le dio por atacar a Armenta, José Luis García no se movió de ahí y todos sabemos que don Miguel, dicho sea, con respeto, pues tenía la mano un poco pesada y le gustaba aventar a toda la estructura: medios, columnistas, fiscalía, policías y hasta sus conferencias de prensa mañaneras.
Si hubo algo en que pudiera haber afectado la imagen de su jefe y amigo, García Parra prefirió renunciar a un buen cargo con todo y salario en el ánimo de no dañar a quien confió en él desde el inicio de este milenio.
García Parra, además, no es ningún improvisado.
El hecho de estar ahí como secretario técnico del Senado le ha dado las tablas para operar, negociar, leer e interpretar las leyes. Conocer a los grupos políticos, porque, además, indirectamente es quien ha apoyado a su jefe con la conformación de las estructuras.
Por ello, no es de sorprenderse que apareciera en el número tres de la lista a diputados plurinominales.
Y, si las condiciones no cambian como van hasta ahorita, tampoco será una sorpresa que sea el nuevo líder de la cámara de diputados local. Mucho le ha aprendido José Luis García a su jefe y sobre todo es ese arte de ser conciliador.
Otro de los personajes clave, aunque no será diputado, pero que ha aguantado en las buenas y en las peores, como el buen “Choco” es José Tomé Cabrera. Ahí está dale que dale, subiendo y bajando, en reuniones, mandando todo el tiempo boletines y así, como José Luis García, jamás le ha dado la espalda a su jefe ni en las épocas de vacas flacas o de crisis políticas.
Queda claro que Alejandro Armenta sabe reconocer y premiar la lealtad, porque, como en muchísimos casos también ha habido quien saltó del barco y lo abandonó en los momentos no tan buenos para el candidato.
Otros dos personajes que destacarán en el próximo Congreso del estado serán Laura Artemisa Sánchez y el famosísimo Jaime “Jimmy” Aurioles, quien hace años militó en Acción Nacional por la influencia de su padre, Jaime Aurioles.
Algunas breves del momento
- Que quien ya llora por los rincones como la muñeca fea es Carlos Evangelista Aniceto porque ya se le acabó el negocio de vender candidaturas en Morena Puebla. Ya no puede llenar su cochinito. No se lo diga a nadie, pero salió más fino que el diputado priista indígena Néstor Camarillo —con eso de que cobra dos millones y medio—.
Por ello es que Evangelista ya anda alebrestando a los perdedores de Morena para que se inconformen con la dirigencia. Él es uno de los responsables de intentar generar divisiones, pero si usted amigo militante está molesto por cómo quedaron los resultados, no se deje llevar por Carlos Evangelista porque seguro ya anda vendiendo el movimiento y ni se ha dado cuenta.
Si lo ve, no lo salude de mano, porque dicen que hasta se desaparecen los relojes y las carteras.
¡Aguas!
2. Que quien ya está afinando la puntería es Manuel Herrera, quien va de candidato a diputado por el frente opositor por el distrito 16 y enfrentará a Grace Palomares por Morena. Manolo Herrera no es ningún improvisado, es más bien terco, pues esta es la cuarta vez que lucha por esa posición de legislador. Algo ya mandó a decir: será respetuoso con la figura de su oponente. No es ella a quien atacará en su línea discursiva. Herrera tiene bien claro cuáles son sus objetivos y al estar desde el 2010 peleando esa posición tiene bien peinado su distrito.