Desde que, en 1889 el padre del gramófono, Emile Berliner grabó el primer disco de la historia, miles y miles de producciones de todos los géneros e idiomas han salido publicadas. Así que, hacer una lista de los 20 mejores discos es algo imposible, pues seguramente uno quedará fuera y tal vez sea una obra maestra o tu disco favorito.
La selección realizada por Esquire ha sido una tarea difícil, pero es solo una primera parte en la que se mencionan aquellos álbumes que son imprescindibles por algún motivo. Son pioneros, son influyentes, son legendarios, son polémicos… son, en resumen, CLÁSICOS con mayúsculas. Conoce y disfruta a quienes han inspirado a tus artistas favoritos en la actualidad. Ojo, el orden de aparición es aleatorio.
David Bowie, The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars (1972)
Esta mezcla de glam, pop y blues nos dejó temas inmortales como Starman y Suffragette City, además de Ziggy Stardust, que fue una de las primeras y mejores baladas del rock.
The Sex Pistols, Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols (1977)
A base de abortos, anarquía y odio, el disco llegó a ser número uno en ventas y sentaron junto a los Ramones las bases del punk.
Jethro Tull, Aqualung (1971)
Esta joya del rock progresivo comienza con un lascivo vagabundo sentado en un banco del parque y termina con una meditación sobre la naturaleza de Dios.
The Allman Brothers Band, At Fillmore East (1971)
Considerado como el mejor LP en directo del rock, es un testimonio inmejorable de la capacidad de improvisación de los Allman Brothers, así como una prueba de cómo conectaban con el público.
Chuck Berry, The great twenty-eight (1982)
Dicen que es bueno no conocer a tus héroes, así que si no sabes de las reprobables acciones del padre del rock, mejor no las googlees. Quédate mejor con que desde la segunda mitad de los años cincuenta, Chuck Berry lanzó una serie de singles que definieron el sonido y el espíritu del rock & roll como Maybellene, Roll Over Beethoven o Johnny B. Goode. Esta colección recoge lo mejor de esa magia de 1955 a 1965.
Nirvana, Nevermind (1991)
El segundo álbum de Nirvana y su tremendo primer single Smells Like Teen Spirit salieron de la incipiente escena grunge de Seattle para desbancar a Michael Jackson de las listas de éxitos y acabar de paso con el hair metal. Pocos discos han tenido un impacto tan brutal sobre una generación… y otro tan dramático sobre su principal creador.
The Who, Who’s next (1971)
Con Baba O’Riley, una de las canciones más enigmáticas de todos los tiempos, como fabuloso arranque, este álbum tiene clásicos de la talla de Won’t get fooled Again, Bargain o Behind blue eyes, que confirmaron a The Who como gigantes del rock.
Radiohead, OK Computer (1997)
Pocas veces un grupo ha podido condensar mejor en un álbum un estado de ánimo específico. En su caso, el de la Gran Bretaña de finales de los 90 con letras sobre la cultura yuppie, el malestar político, la paranoia y el consumismo.
Arctic Monkeys, Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not (2006)
Es el álbum de debut de una banda británica que más rápido se ha vendido en la historia, aunque no hay cifras de ventas que puedan transmitir la emoción de I Bet You Look Good On The Dancefloor.
The Beach Boys, Pet Sounds (1966)
El origen del álbum está sin duda a la altura de su fama y su legado. Resulta que mientras Brian Wilson le ponía a su compañero de banda Mike Love las nuevas canciones en las que trabajaba, este le dijo: «¿Quién va a escuchar esta mierda? ¿Las orejas de un perro?». La frasecita inspiró el título de un álbum glorioso de principio a fin.
Pink Floyd, The Dark Side of the Moon (1973)
Con su icónica portada, este disco ha vendido más de 50 millones de copias, permaneciendo 26 años entre la lista de los 200 más vendidos y constantemente ocupando un lugar de honor en todas las listas sobre los mejores álbumes de la historia. Por algo será.
Green Day, American Idiot (2004)
Por mucho que nos guste su Dookie, este es el álbum con mejores letras y con la mayor carga política y social del grupo. Inspirado en el rechazo a la administración Bush tras el 11-S y siendo una feroz crítica a la sociedad de su país, el álbum nació casi por casualidad. Cuando las pistas del disco en el que estaban trabajando fueron robadas, decidieron cambiar el rumbo y regalarnos esta tremenda ópera rock. Gracias.
Queen, A night at the opera (1975)
Se lo conoce sobre todo por su Bohemian rhapsody, pero hay mucho más en este álbum. Fue el trabajo en el que Queen realmente se empleó a fondo en cuanto a diversidad. ¿Quieres metal? Ahí tienes Death on two legs y Sweet lady. ¿Pop? I’m in love with my car y You’re my best friend. Terminar con God save the Queen es además el colofón perfecto a un conjunto mágico de canciones.
Led Zeppelin, IV (1971)
El cuarto disco de Led Zeppelin fue, es y será siempre una obra maestra atemporal. Estableció un estándar para la música rock que aún no ha sido igualado ni superado.
Prince and the Revolution, Purple Rain (1984)
Purple Rain fue el primer álbum de Prince en alcanzar el número 1 del Billboard 200 y pasó 24 semanas consecutivas en la cima. Considerado como su obra maestra y como una de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos agregó el álbum a su Registro Nacional de la Grabación debido a su «alto valor cultural, histórico y estético».
Blur, Parklife (1994)
Después de que Blur declarasen la guerra al grunge y al rock norteamericano, con Parklife perfeccionaron el sonido que volvería a situar a Gran Bretaña en el centro del mapa cultural de mediados de los 90.
Television, Marquee moon (1977)
The Velvet Underground revolucionó los años 60 con su blues gutural y sus ejercicios de vanguardia, pero Television dio su propio golpe silencioso en el Nueva York de los 70 sin necesidad de nada de eso. Sin duda, este es el disco más importante de la era post-punk.
The Smiths, The queen Is dead (1986)
¿Es The queen is dead el mejor disco de la historia?
The Rolling Stones, Exile On Main St. (1972)
Para muchos, este álbum es el punto álgido de la carrera de Mick Jagger y los suyos. Quizá por estar envuelto en leyendas, grandes cantidades de droga y líos con Hacienda, además de ser su álbum más largo, más variado y más personal.
The Beatles, Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967)
Si el White Album estuvo propulsado por la meditación y la marihuana, es el LSD el que recorre ahora las letras y melodías de Lennon y McCartney, con la excusa de una banda militar ficticia de la época eduardiana. En su calidad de Banda Más Importante Del Mundo, los Fab Four disponían de un presupuesto ilimitado y no tenían plazos, y así pudieron crear algo diferente a todo lo que habían hecho. El Sgt Pepper’s es el sonido de una banda que decide arriesgarse y tiene éxito haciéndolo.
Con información de Esquire