En los últimos años, la imagen corporativa se ha limitado sólo a usar la corriente minimalista, por todos lados puedes encontrar logos muy parecidos entre sí, usando letras estilizadas y bloques de color que no transmiten nada de la marca.
Pero la buena noticia es que los rótulos están resurgiendo en los locales de moda. Con tipografías variadas y colores llamativos, el arte del rótulo aporta identidad y diferencia.
Un ejemplo muy claro se da en Oaxaca, donde talentosos rotulistas han encontrado la forma de mantener vigente su oficio y están utilizando los rótulos como anuncios instagrameables para restaurantes, bares y hasta de panaderías.
La noche de un sábado de diciembre de 2020, después de varias horas de trabajo, Giovanni Bautista terminó de rotular las ventanas de la tienda de alimentos Suculenta. Ana Paulina García, una de las propietarias del establecimiento recuerda que se emocionó al ver el letrero acabado. Pero a Bautista lo hizo dudar un detalle, casi imperceptible. “Voy a regresar mañana para repintar todo”, le dijo. “Cuando la luces de la tienda están prendidas se transparenta la pintura y hace que se vean los brochazos”. García apenas podía notar lo que señaló. Pero Bautista regresó la mañana siguiente, en domingo, para perfeccionar el letrero.
Él sabía que las personas pasarían por su letrero a distintas horas del día. Y por la noche, no se vería como lo tenía pensado. Bautista, rotulista de segunda generación, quien además es diseñador, tiene la práctica de imaginar las diferentes circunstancias en que las personas observarán sus letreros. Si alrededor de sus rótulos hay demasiadas cosas, habla con los propietarios para que puedan quitarlas. “Muchas personas quieren tomarles fotos, así que también me aseguro de que lo que esté alrededor del letrero se vea bien”.
Nada sutil
No es parte de la naturaleza de los rótulos ser sutiles. “Fueron hechos para vender” dice Bautista. “Generalmente compiten por atención en lugares muy saturados, como los mercados. Los rotulistas utilizamos todo el espacio disponible”. Paradójicamente, esta estética tan tradicional es ideal para los tiempos modernos, pues los rótulos, con su estética ruidosa, son también extremadamente fotogénicos.
Emanuel Millán, socio del establecimiento Tres Hermanas vio en los rótulos un tipo de comunicación visual que empataba con su proyecto. “Vendemos comida al comal —al precio del Mercado— y mezcal”, dice Millán. “Es un lugar pequeño y necesitábamos anunciarnos sin que se viera pretencioso”. Los rótulos funcionaron. Bautista hizo un anuncio gigante que oscila entre un anuncio publicitario y una pieza de diseño. Las personas comenzaron a subir a Instagram sus fotos y a mencionar el espacio.
Frases populares
El lenguaje de los rótulos también es particular. “Uso frases populares”, dice Bautista. “A veces son cosas que escucho decir a mi papá”. Hace unos meses cuando rotuló La Panadería Ortencia, escribió una frase que sólo es legible cuando se bajan las cortinas de metal: “Újule, ya se te hizo tarde venir por el pan”. Para José Paul López García, copropietario de la panadería, la frase ayuda a transmitir la personalidad del lugar. “Tal vez no alcanzaste pan, pero al menos te ríes”.
Con información de Travesías