Por Gilberto Brenis / @GilbertoBrenis
Fotos: Cortesía MANCANDY
En Cuernavaca, la familia Jiménez trabaja día tras día en un negocio de comida para llevar el sustento a casa. Andrés es enseñado por sus padres con la cultura del esfuerzo y del estudio. Andrés dice a sus padres que lo que le gusta es el canto y que quiere dedicarse al mundo de la música. La consigna familiar es que haga lo que haga lo debe de hacer bien y con profesionalismo. Con el paso de los años Andrés se convertiría en MANCANDY, lo cual no es una marca, sino su nombre, que abarca los mundos de la moda, la música y la fotografía. Transgresor, único, talentoso, creativo y certero, MANCANDY se traslada entre los diferentes escenarios con una facilidad que le permite acariciar sus sueños de manera conjunta y demostrar que se hacen realidad.
Gilberto Brenis: Cuéntame, por favor, de dónde surge todo el concepto que forma MANCANDY. De manera muy orgánica has logrado juntar el diseño, la música y la fotografía. ¿Qué fue primero?
MANCANDY: Fíjate que primero fue la música, yo desde niño siempre soñé con ser cantante. Desde pequeño tomé clases de canto, me la viví en el coro en la secundaria y preparatoria y todo lo que hacía tenía que ver con la música. Yo vengo de una familia de clase media baja, pensar en ser cantante era como un sueño inalcanzable. Con todo y todo, yo siempre le eché muchas ganas. Cuando tenía 16 años empecé cantando con un grupo pop, después canté grupero. Eso fue interesante, porque en una boda canté un palomazo y el dueño del grupo de la boda resultó ser dueño de una agrupación de Morelos muy conocida que es Banda Con Ángel, y me contrató porque no tenía vocalista.
Digamos que todo se dio para que pudieras dedicarte a eso…
Sí, pero me decepcionó un poco el mundo de la música. Fue entonces cuando empecé con la fotografía.
¿Qué te dijeron en casa?
En realidad lo que mis padres querían es que estudiara algo. Apliqué para la Academia de Artes Visuales y me gané una beca, comencé a estudiar ahí y a la par también inicié a diseñar ropa. Digamos que hacía ropa para mantenerme mientras no descartaba el retomar el mundo de la música.
Realmente buscabas por todos lados…
Tú bien sabes que el mundo del arte es complicado. Hay que buscarle para poder echar a andar tu sueño. La moda era mi trabajo alterno para poder seguir con lo del canto.
Entonces la moda tomó mayor importancia…
Sí, tuve la suerte de que mi primera colección funcionara muy bien y comencé a vestir a artistas como Belinda, Nelly Furtado, Julieta Venegas y MANDY se hace una marca muy conocida en México y Latinoamérica. Con todo este trabajo, tuve que dejar de lado la fotografía y la música. Después de 10 años de dedicarme de lleno a la moda empecé a retomar la música, con mi guitarra en las noches componía canciones y grababa mis maquetas.
¿Hubo algo que te impulsara a retomar la música?
Murió uno de mis mejores amigos y reflexioné que no quería morirme sin haber seguido mi sueño del canto, entonces retomé la música. Mucha gente me dijo que estaba loco, que debía seguir con el diseño de ropa. La verdad es que a mí poco me importa lo que la gente opine, así que decidí serle fiel a esa filosofía y MANCANDY se convirtió en algo más complejo que la moda.
Pero es que tú has hecho que se convierta en algo más que una marca y que la fusión funcione. ¿A tus papás no les ha brincado esta diversidad?
Yo a mis papás les debo todo, porque siempre me apoyaron. Ellos tenían puestos de comida y siempre han sido muy abiertos. Mi papá, a pesar de no estudiar una carrera, pudo comprar una casa, tener siempre coches del año. Él siempre me dijo que si quería ser cantante o diseñador que fuera el mejor. Confiaban en mi talento y me dejaron ser y hacer mi sueño realidad.
¿Cuándo fue la primera vez que cobraste por cantar?
Eso fue cuando cantaba con la Banda Con Ángel, cuando estuve en grupo pop hicimos muchas giras y fuimos a todos lados, pero nunca me pagaron por cantar, me pagaban porque yo hacía el vestuario de todos los del grupo. La verdad es que cuando me pagaron por cantar me dio mucho gusto.
¿En qué momento te diste cuenta de que tenías talento para el diseño?
Yo desde niño traía la sensibilidad para las artes. Las personas que somos artistas tienen talento para hacer muchas cosas. Yo dibujaba de chico vestidos y princesas y, aunque me gustaba el canto, tenía mucha facilidad para el dibujo y crear ropa. Mi mamá tuvo mucho que ver con el diseño de moda, porque ella tomaba clases de corte y confección, se juntaba con sus amigas y hacía manualidades y esas cosas. De hecho cuando me gradué de la primaria pues todos en la escuela iban a ir de smoking y yo le dije a mi mamá que quería ir con un traje rosa que había visto en una revista. Buscamos el traje en varias tiendas y pues no lo había, así que ella me lo hizo. Compramos la tela en Parisina y ella me lo hizo. Cuando ves la foto de mi graduación todos iban de negro y yo con mi traje rosa, jeans rotos y mi corbata de Mickey Mouse. Yo traía ese feeling para la moda. Mi mamá me llevaba con el sastre de mi papá y a mí me gustaba cómo se vestían los de Kabah u OV7 y me mandaba a hacer ropa como la de ellos.
Entonces tú relacionabas la moda con la música…
Claro. Yo veía lo que vestían los grupos o cantantes que yo admiraba. Yo desde niño iba a conciertos de Gloria Trevi y me encantaba verla. Igual a los Kabah… yo lloraba en los conciertos.
¿Y ya vestiste a Gloria Trevi?
Sí, imagínate cuando me dijeron que la iba yo a vestir. No me lo podía creer. Ahora somos amigos. Igual me pasó con Daniela Magún de Kabah. A través de la moda pude estar en contacto con el mundo de la música. Yo creo que mi pasión por los escenarios y por crear me hicieron absorber de todos lados. He hecho lo que tenga que hacer por lograr un sueño.
He visto tus diseños y algunos de ellos me han sorprendido por lo atrevido que pueden llegar a ser. ¿En dónde dibujas la línea para ser tan transgresor?
Yo no me pongo límites, ni en la moda ni en la música. Al contrario, los que somos autodidactas… yo no estudié moda y eso me permitió diseñar sin tener patrones que seguir o ideas preconcebidas. Yo recuerdo que alguna vez me criticaron por no saber hacer pantalones, aunque no los hacía de una forma convencional, porque no sabía hacerlos y ahora es lo que más vendo. La revista Vogue publicó una vez que no tengo límites y es verdad.
¿En la música te pasó lo mismo?
No sabes cómo me criticaron cuando quise cantar reguetón, me dijeron que eso era para nacos. Y resulta que poco a poco la música me permitió romper parámetros y no poner una línea de qué hacer o cantar. En cuestión de creatividad, entre menos límites es mejor.
¿Tú compones tus canciones?
Sí, yo creo que un 98% de las canciones que canto son compuestas por mí. Salvo covers y algunas otras que son coautorías.
¿Tocas algún instrumento?
Sí, no soy ningún virtuoso, pero toco guitarra y teclado.
¿Cómo manejas la dualidad entre MANCANDY y Andrés?
Pues no creo que sea tanto una dualidad. MANCANDY soy yo. Desde que llegué a vivir a la Ciudad de México ya mi nombre era MANCANDY, así es como me dicen mis amigos. Claro que cuando me presento con alguien siempre lo hago como Andrés, pero ya que me conocen me dicen MAN o MANCANDY. No creo que sea un personaje, sino que es simplemente yo, es una versión transparente de mí mismo.
¿En casa cómo te dicen?
Bueno, ahí sí todos me dicen Andrés. Ya ahora como que de repente mi papá me dice MANCANDY, pero es más de broma.
Y tu mamá que te hizo tu traje rosa de graduación, ¿qué te dice cuando ve tus diseños?
Le encantan, a veces yo le pedía ayuda para poner un cierre o cosas así y ella me decía que no me iba a ayudar, que aprendiera, que estudiara y eso se lo agradezco mucho. Pero le encantan mis diseños. Mi mamá es muy seria y muy reservada. Estoy muy orgulloso de mi cuna, me ayudaron y me enseñaron a ser lo que hoy soy.
MANCANDY tiene muchos proyectos para estos meses. Desde el lanzamiento de su álbum como el de su colección de moda. A pesar del trabajo que hay detrás de cada uno de estos proyectos, MANCANDY se da el tiempo justo para cada cosa.
Asegura que mientras los diseños estén en su cabeza o la idea de una canción ya solamente es cuestión de traerlo a la realidad.
PREGUNTAS TONTAS
¿Qué es lo que nunca falta en tu refrigerador?
Mantequilla.
¿Tienes alguna superstición?
No, ninguna. No soy supersticioso.
Si pudieras regresar el tiempo, ¿qué consejo le darías a tu yo de 15 años?
Que fuera más aventado, más suelto y más prostituta.
¿Qué es lo que no te gusta de ir al súper?
Todo me gusta del súper.
¿Con quién te gustaría tomarte un café?
Con Rihanna.
¿De qué decisión profesional te arrepientes?
De muchas, me arrepiento de hacer trabajos por lana. Tuve que aceptarlos porque necesitaba dinero y me quitaban mucho tiempo de mis propios proyectos.
¿Cuáles son tus dos discos favoritos?
Pelo suelto de Gloria Trevi y …Baby one more time de Britney Spears.
¿Qué platillo no comerías?
La morcilla.
¿Cuál es tu película favorita?
Cualquiera de Pedro Almodóvar, mi favorita sería Todo sobre mi madre.