Enrique Müller | El País
La canciller alemana, Angela Merkel, ha vuelto a sufrir en público un ataque de temblores mientras escuchaba el himno nacional alemán durante la recepción con honores militares del primer ministro finlandés, Antti Rinne, en la sede del Gobierno alemán. Las imágenes que pudieron captar las cámaras de televisión mostraron como el cuerpo de la canciller se sacudía durante más de un minuto.
Un portavoz manifestó pocos minutos después del episodio de convulsiones que la canciller se encuentra bien y que las conversaciones con el primer ministro finlandés continuaron tal y como estaban previstas. La propia Merkel aseguró en rueda de prensa: «La gente no tiene que preocuparse por mí», señaló, «estoy segura de que estoy en forma para el trabajo». Momento en que achacó los temblores a un proceso de recuperación que se inicio después del primer ataque.
Es la tercera vez en menos de un mes que Merkel sufre convulsiones visibles, lo que ha vuelto a plantear interrogantes sobre su estado de salud. Tras el último episodio, el pasado 27 de junio, la canciller continuó con su agenda, incluido un viaje a Japón para asistir a la cumbre del G20. El primero ocurrió el 18 del mismo mes de junio, durante la visita a Alemania del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a la Cancillería. En esta ocasión, la mandataria alemana también prosiguió con los actos oficiales previstos para aquel día.
“Cuando Angela Merkel tiembla, toda la Unión tiembla”, escribió el periodista Stephan-Andreas Casdorff en el diario Tagesspiegel, sobre quien ha sido un pilar de la política europea en la última década. La canciller, a la que no se le conoce ninguna enfermedad grave y que es aficionada al senderismo, cumplirá 65 años en una semana (el 17 de julio). Llegó al poder en 2005 y fue reelegida para un cuarto mandato en las elecciones generales del pasado 2017. Merkel anunció el pasado octubre que este será su último mandato.