Sonia Corona | EFE | El País
Los banqueros de México reciben una pequeña botella de gel antibacterial al entrar en el salón de un hotel en el balneario de Acapulco. Allí celebran la Convención Bancaria, la cita anual del sector financiero del país latinoamericano. Uno de ellos se ha adelantado y ha organizado la entrega del gel a los asistentes en botellines con su eslogan. La conversación entre los asistentes solo gira en torno al coronavirus y casi nadie estrecha las manos. La Convención iba a tratar sobre la digitalización de la banca, pero los tiempos obligaron a buena parte de los oradores a cambiar sus discursos para hablar de la crisis de salud y sus consecuencias en la economía.
El secretario [ministro] de Hacienda, Arturo Herrera, ha reconocido frente a los banqueros que México verá en las próximas semanas una reacción económica frente a la crisis sanitaria. “Este es un fenómeno de salud que tiene un impacto económico importante”, dijo. “Aún en el escenario más favorable, va a haber un impacto”. La franqueza de Herrera llega en uno de los días más complejos para los mercados mexicanos en los últimos años: la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) llegó a perder hasta un 8% y tras un parón de emergencia llegó a recuperarse ligeramente; mientras que el peso mexicano perdió terreno frente al dólar al situarse cerca de las 23 unidades.
El Banco de México y la Secretaría de Hacienda anunciaron subastas cambiarias por 2.000 millones de dólares para lograr la estabilización de la moneda. Herrera explicó que el banco central y el Gobierno mexicano se encuentran evaluando con la Secretaría de Salud los posibles escenarios ante la inminente expansión de la pandemia y que el suministro de medicamentos será reforzado en las próximas semanas. El Gobierno mexicano adelantará el gasto en adquisiciones médicas y en el presupuesto asignado para los estados.
“Claramente los mercados nacionales estarán muy sensibles a la evolución epidemiológica del virus”, ha advertido el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León. La estimación del banco central es que los efectos adversos de la crisis sean en el corto plazo y que las fortalezas de la macroeconomía mexicana ayuden a mantener la estabilidad financiera del país. Díaz de León ha señalado que la crisis global ante la pandemia va a tener un efecto en las cadenas de suministro de insumos de las que México forma parte.
A pesar del nerviosismo en los mercados frente a la crisis del coronavirus, los banqueros decidieron seguir con su cita anual, en el que probablemente sea uno de los últimos actos públicos masivos en México, antes de que el Gobierno revalúe las condiciones para los eventos de este tipo. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha confirmado su asistencia para el cierre de la Convención durante el viernes. El presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Juan Pablo Graf, ha pedido a los banqueros que se preparen para las próximas semanas para mantener en operación los servicios financieros. “Promuevan el uso de la banca digital para evitar las aglomeraciones en las sucursales”, dijo.