“La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre)”, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Existen tres formas de ella: diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la de tipo 1 (denominada anteriormente diabetes insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia) se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
La de tipo 2, por su parte, es la más común y está vinculada a la genética, aunque su prevalencia también se relaciona con la obesidad y el sedentarismo, indica en un artículo de National Geographic José Esteban Costa Gil, médico especialista en Endocrinología y Nutrición y presidente de la Asociación Latinoamericana de Diabetes (Alad).
En tercer lugar, existe la diabetes gestacional, que surge durante el embarazo. “Corresponde a valores de hiperglucemia que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar la enfermedad”, señala la organización mundial.
Existen diversos mitos en torno a esta dolencia. Por lo tanto, el Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora anualmente el 14 de noviembre, es una ocasión ideal para crear conciencia y conocer más sobre la afección. Descubre a continuación algunos mitos comunes y datos importantes:
Diabetes y antecedentes familiares
Mito: solo las personas que tienen familiares diabéticos pueden desarrollar la enfermedad
Si bien los antecedentes familiares de diabetes son un factor de riesgo de la enfermedad de tipo 1 y 2, muchos pacientes no tienen familiares cercanos diabéticos, advierte MedlinePlus, un servicio informativo desarrollado por la Biblioteca de Medicina (NLM, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
Diabetes y alimentación
Mito: las personas con diabetes deben consumir alimentos especiales
No es necesario que los pacientes prefieran determinados productos o que eviten ciertas comidas, indica MedlinePlus. En el mismo sentido, la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) reconoce que ciertos alimentos con declaraciones especiales como favorables pueden elevar los niveles de glucosa en sangre
Por eso, ambas entidades recomiendan a los pacientes seguir una alimentación saludable. Esta indicación es la misma para los no diabéticos e incluye verduras sin almidón, limita los azúcares añadidos y cambia los cereales refinados por otros integrales. Además de evitar los procesados.
Mito: los diabéticos no pueden consumir carbohidratos
De acuerdo con ADA, no existe evidencia que sugiera que las personas con diabetes deban evitar los carbohidratos. Incluso, aclara la asociación, hay evidencia que señala que incluir las cantidades adecuadas de estos alimentos, así como de proteínas y grasas, puede ayudar a controlar la glucosa en sangre.
Asimismo, se recomienda consultar con un especialista para encontrar el plan alimentario más adecuado para cada paciente.
Mito: los dulces están prohibidos
Otro mito vinculado a la enfermedad se relaciona con la restricción de alimentos dulces. Al respecto, MedlinePlus informa que estos productos están llenos de azúcares simples, que aumentan la cantidad de glucosa en la sangre más que otros alimentos.
Sin embargo, no están prohibidos para las personas con diabetes siempre y cuando su consumo se planifique y forme parte de un plan de alimentación saludable, destaca la entidad.
“La clave de los dulces es tomar una ración muy pequeña y reservarla para ocasiones especiales y así centrar las comidas en alimentos más saludables”, señala la asociación.
“Si tomas insulina, tu proveedor puede indicarte que tomes dosis más altas de lo normal cuando comas dulces”, completa la NLM.
No obstante, el organismo insta a reducir el consumo de dulces y bebidas azucaradas (tales como refrescos o gaseosas y bebidas energizantes).
Tal como refiere la asociación de diabetes, las investigaciones demuestran que este tipo de bebidas se relaciona con la diabetes tipo 2. Por eso, sugiere evitar su consumo y preferir agua.
Diabetes y ejercicio físico
Mito: no es seguro que los pacientes hagan actividad física
De acuerdo con la NLM, hacer ejercicio con regularidad es importante para el control de la diabetes y puede contribuir a aumentar la sensibilidad del cuerpo a la insulina.
Tal como señala la OMS, se recomiendan 150 minutos semanales de ejercicio de moderado a vigoroso (como una caminata con buen ritmo).
Asimismo, MedlinePlus sugiere a los pacientes consultar con un profesional médico para determinar qué programa de ejercicios es el ideal para cada persona.