El peor enemigo de Morena es Morena. Suena como un mantra, pero no, no lo es. No obstante, así como se ve a ese partido en Puebla no deja uno de repetirlo mentalmente: el peor enemigo de Morena es Morena. El Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla es la nave de los locos en donde todos están peleados con todos y viceversa.
La noche del sábado pasado, una vez que el TEPJF ratificó el triunfo de Martha Erika Alonso Hidalgo como la primera mujer en gobernar Puebla, los de Morena Puebla cayeron en la locura. Si ya de por sí mostraban síntomas de algunas patologías, aquí de plano se deschavetaron. Llamaron a marchar a las “juventudes universitarias”, encabezadas por el jovenazo de don Ricardo Villa Escalera, entre otros de su generación, para el lunes por la tarde. La marcha resultó un fracaso.
Luis Miguel Barbosa, junto con los de Morena Puebla, llamó a no sesionar en el Poder Legislativo y que se armara una mesa de diálogo con la gobernadora Alonso y, como testigos o garantes de acuerdos, Gobernación federal. El resultado de tremendo disparate fue que Gobernación los mandó por las cocas y estos diputados baquetones no trabajaron una semana, la cual, por supuesto, sí van a cobrar a fin de mes. ¡Me canso ganso sino la cobran!
Otros locos de la guerra (llamados Movimiento Antirreeleccionista Poblano) convocaron a otra marcha para el próximo domingo, movilización que no servirá y a la que seguramente no asistirá mucha gente. Las marchas en México casi nunca funcionan, sólo son para que los líderes se vendan, usen a los activistas como chivos expiatorios y no pase absolutamente nada. Ah, y por cierto, los líderes jamás comparten sus ganancias.
Morena no sabe ser oposición en Puebla. No ven que no ven. Están peleados entre ellos: Luis Miguel Barbosa contra Fernando Manzanilla; Luis Miguel Barbosa contra Claudia Rivera; Manzanilla contra Claudia… Alejandro Armenta es otro liderazgo que no les agrada mucho a los morenos y si nos ponemos a escarbar, encontraremos pugnas por poder, protagonismo, envidias, dinero y demás linduras.
Honestamente, ¿nos aventaríamos como Juan Escutia por sus banderas los que sabemos el origen, historia y comportamiento de Luis Miguel Barbosa, José Juan Espinosa, Héctor Alonso, Alejandro Armenta, Fernando Manzanilla, Nancy de la Sierra, Nay Salvatori, Rosa Márquez, Emilio Maurer, Eduardo Covian, Luis Acosta? No, no lo creo. Detrás de ellos hay historias personales y políticas llenas de chantajes y traición.
Ninguno de los mencionados tiene como base alguna ideología. A todos ellos, lo que los mueve sólo es el dinero y el poder. Quizá a Nay Salvatori le mueven las chichis alimentadoras, los pollos, la mota y escuchar a los Doors, pero nada más.
Por eso es que Morena en Puebla es la peor enemiga de Morena y los de Morena no se han dado cuenta. Lo que no entienden los de Morena es que de seguir así perderán en el 2021 y de ahí se puede seguir hasta el 2024, pero déjenlos que sus guerras intestinas los corroan: ellos tienen una oportunidad de oro, pero hasta para ser oposición se necesita inteligencia y sobre todo talento.
Arranca una nueva etapa
A partir de hoy y hasta el 2024, Martha Erika Alonso Hidalgo será la gobernadora de Puebla. La primera mujer en dirigir el presente y el futuro del estado. La guerra terminó una vez que el TEPJF falló a su favor. Lo pasado, pasado. Borrón y cuenta nueva.
Desde el día que el Tribunal la ratificó, ella mandó un mensaje de paz que pocos de sus adversarios captaron. Llamó a cancelar los odios y los rencores. Tendió la mano. Hay quien entendió y hay quien no. Ya es cosa de cada quien y de su madurez política, pero los mensajes fueron enviados.
Incluso en la invitación para su toma de protesta es emblemático el mensaje: “Es momento de unirnos por lo que realmente importa: Puebla”. Martha Érika tiene la película completa. Sabe todo lo que pasó, con quién contó, con quién no, quién le dio la espalda y quién se mantuvo hasta el final, pero también sabe que hay que gobernar.
Esta será una nueva era, aunque muchos no lo crean. Habrá nuevas reglas y se deberán construir nuevos liderazgos.
Por el bien de los que vivimos aquí y que queremos seguir aquí, ojalá que le vaya bien, porque sólo así nos va a ir bien a sus gobernados.
Después de todo, como diría John Lennon: ¡Merry Christmas, war is over!