Finalmente, después de más de doce meses de que el mundo se quedara en pausa, el mundo del entretenimiento tiene sus primeros signos de regreso a lo que será la nueva normalidad. Los avanzados procesos de vacunación en algunos países como Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido, han hecho que algunos cantante empiecen a anunciar fechas de conciertos presenciales en algunas ciudades de esos países. Aún se desconoce cuál será la capacidad de los lugares donde se presenten y cuáles serán las condiciones o requisitos que deberán cumplir los asistentes… pero ya hay fechas.
En Nueva York ya se ha anunciado que Broadway volverá a encender las marquesinas en el mes de septiembre, lo cual reactiva uno de los sectores más lastimados del entretenimiento a nivel mundial. Todos los integrantes de las múltiples compañías teatrales pasaron de tener un 100% de salario a percibir 0% en cuestión de días, ninguno estaba preparado y las necesidades han sido muchas.
A tan sólo horas del anuncio de la reactivación del teatro, los boletos se agotaron. El público está deseoso de volver. En México el teatro se ha reactivado aunque aún falta mucho por resolver. Productores como Morris Gilbert, Tina Galindo, Claudio Carrera y Alejandro Gou han invertido sangre, sudor, lágrimas y sus ahorros por hacer que la industria teatral mexicana no muera. Sin embargo, el público ha respondido de manera mesurada.
La industria de exhibición cinematográfica ya ha estado abierta desde hace semanas, pero no es
precisamente un hecho el que la gente se esté peleando por ir al cine o que las funciones se agoten, lo cual pone también a estas compañías en un serio aprieto para poder seguir en operaciones. Al menos un par de empresas exhibidoras en Estados Unidos se vieron obligadas a cerrar de manera definitiva sus puertas.
Como lo hemos comentado en entregas anteriores, el regreso a la normalidad (sea cual sea) no será fácil y requerirá una gran disciplina por parte de nosotros como público y de quienes arriesguen su patrimonio para poder seguir adelante.
Los años 2020 y 2021 seguramente pasarán a la historia como el par de periodos más duros y difíciles para la gran industria del entretenimiento, que hasta 2019 parecía inquebrantable y millonaria. Después de este lapso lo único seguro que nos queda es que nada es para siempre y que la magia de los espectáculos en vivo puede ser tan volátil que quizá en el futuro deje de existir.