El arte contemporáneo digital encontró esta validez e impulso en el NFT. Sí no sabes de lo que estamos hablando, no te preocupes, no estás solo. El mundo de las criptomonedas y criptoarte no es fácil de descifrar al principio.
Pero al enterarnos de que una obra, objetos, videoclips e incluso un meme se han vendido por millones, comprendimos que era tiempo de investigar de qué trata.
¿Qué es un NFT?
NFT son las siglas en inglés de token no fungible (no agotable). Las obras tradicionales de arte como pinturas son valiosas porque son únicas. Pero los archivos digitales pueden ser duplicados con facilidad una y otra vez.
Con los NFT, el arte puede ser tokenizado para crear un certificado digital de propiedad que puede ser comprado y vendido, como unas “escrituras de propiedad”. Como con las criptomonedas, un registro de quién posee lo que está almacenado en un libro de contabilidad compartido.
Los registros no pueden ser falsificados porque el libro en cuestión es mantenido por miles de computadoras alrededor del mundo. Los NFTs no se pueden intercambiar entre sí, ya que no hay dos NFTs iguales.
¿Qué impide que la gente copie el arte digital?
Nada. Millones de personas han visto la pieza de arte que se vendió por US$69 millones, del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, y la imagen ha sido copiada y compartida infinitas veces.
En muchos casos, el artista incluso retiene los derechos de autor de su trabajo, para así poder continuar produciendo y vendiendo copias.
El proceso para adquirir la obra de arte
Funciona de la siguiente manera: el artista adjunta la obra de arte digital, que puede ser una imagen, video, mp3 o similar e incluso objetos físicos a un NFT, que luego se pone a la venta en un mercado de criptomonedas, ya sea de arte, como Flipkick o Nifty Gateway.
Por lo tanto, aunque el archivo digital adjunto se puede reproducir en un entorno digital y utilizado en las redes, la obra de arte de NFT sigue siendo auténtica, ya que su procedencia se remonta al artista original que creó ese token no fungible.
El valor de una pieza de arte NFT se decide por la cotización que impone su propietario y, además, por lo que la gente paga por ellas en las subastas, lo que hace que sean compatibles para el comercio en el dinámico mercado del arte.
No confundas Bitcoin con NFT
Si bien ambas son criptomonedas, y las dos pueden convertirse en moneda real a través de las propias billeteras virtuales que generan los mercados dedicados, son “divisas” diferentes, y en el caso del criptoarte, la criptomoneda más popular en que se ofrecen las piezas es el Ethereum, que este día cotiza en 1,985.51 USD por unidad.
En resumen, a través de una tarjeta de crédito puede adquirir Ethers y si lo que usted desea es adquirir una pieza de arte NFT, también puede realizar otras operaciones, incluso financieras, como describe la web de Ethereum que echa algo de luz para los recién llegados a la tendencia.
Un ejemplo más claro:
En el caso de Injective Protocol, una compañía de blockchain, ellos compraron la obra de arte original de Banksy titulada “Morons (White)” por 95,000 USD y así comienza la historia.
La quema de la obra de Bansky de 95,000 dólares fue trasmitida por Twitter, en vivo. En marzo de 2021, la obra de arte fue incendiada ceremonialmente en una transmisión en vivo de Twitter (aquí el video) y apenas unos días después que la obra de arte física se redujo a cenizas, la versión digital exclusiva de se vendió como arte NFT por 228,69 ETH (aproximadamente 380,000 USD).
La valiente maniobra logró cerrar la brecha entre el mundo del arte tradicional y el mundo de tendencias del arte digital, elevando su precio al 400%. Asimismo, el suceso es catalogado como la primera experiencia del arte del siglo XXI de plena interacción entre la disciplina artística y las criptomonedas.
Con información de Forbes