No lo sé de cierto, aunque tampoco lo supongo, pero es mi impresión o la campaña o precampaña o promoción o lo que sea que aparente ser de los panistas está muy tibia, sin chiste, no digamos pálida porque al menos cuando uno se pone pálido es señal de que algo no anda bien en el organismo.
Son como un tecito después de comer. Como tomar una copita de rompope que no emborracha. Son un yogurt light que no engorda, están como los eunucos.
Una campaña descafeinada.
El único que ha entendido que lo que viene a partir de abril (aunque en realidad ya estamos en plena contienda) es Jesús Zaldívar, quien desde hace meses saca videos y contrastes en redes sociales. El problema es que fue el único que se ha enfrentado y que ahora es acusado y señalado, con razón o sin ella, es lo de menos, porque hay carpetas de investigación en su contra.
¿Y sus demás compañeros de partido?
Esos no rosan a Morena y a sus candidatos ni con el pétalo de un sarcasmo.
Tampoco han salido a dar la cara por su líder municipal. Lo han dejado solo. No se han puesto los guantes para hacer las campañas de contraste si es que no quisieran defender a Zaldívar.
Tienen, además, un vocero (Javier Lozano Alarcón) quien apoya más a la familia Gali que a los propios panistas y que será muy gritón, ordinario y rezongón, pero Puebla ya no es su prioridad y no es muy querido aquí en su patria chica.
Los albiazules no están convencidos de ganar o tienen miedo a que sean víctimas de algunos medios de comunicación o de plano son tibiecitos. De hecho, será interesante ver hasta dónde están dispuestos a llegar, aunque la percepción hacia afuera es que no hay una estrategia clara de campaña, no hay objetivos, no hay metas.
Suena paradójico, porque es su lema, pero no se les ve rumbo. No hay rumbo.
No se ven las directrices, no se les ve una campaña en redes sociales y eso lleva a la conclusión de que o no saben hacer política (sólo juegan a hacerla) o verdaderamente no quieren invertir porque saben que no les puede ir muy bien en los comicios de junio.
En el 2010, cuando Rafael Moreno Valle contendía por la gubernatura, el 80 por ciento de los medios locales lo atacaron, incluso algunos se burlaron de temas personales, durante toda esa campaña aguantó las burlas y así, a pesar de los medios en contra, Moreno Valle triunfó sobre Javier López Zavala.
Hoy vemos a los albiazules con miedo.
La palabra suavecitos los definiría muy bien.
No han entendido la importancia de esta elección. Están mejor los trancazos internos de los morenistas que se acusan por la dudosa forma selección de sus candidatos, porque cada semana hay una reunión de la “unidad” en ese partido y los panistas sólo salen con sus rueditas de prensa, una foto en redes sociales y eso es todo.
Eso sí, los morenistas indirecta o inconscientemente en sus guerras fratricidas le hacen la campaña al frente opositor y no es un solo grupo, son todos los que buscan el poder en Morena, pero esa será otra historia.
A los que van de candidatos opositores les falta “punch”, les falta el fua, sigue siendo una contienda de hermanitos de la caridad.
Hay panistas que solo se apuestan a la ola antiobradorista, que existe, pero no les hará ganar una gubernatura si no le invierten sesos, corazón y huevos. Además de dinero que sí tienen, pero no quieren gastar.