Agregar frescura a tus platillos nunca fue tan fácil como cultivar plantas aromáticas en tu propia cocina. Además de ser fáciles de mantener, estas plantas son un recurso práctico y económico para realzar el sabor de tus comidas. Aquí te presentamos cinco opciones ideales para cualquier chef en casa.
Albahaca: Frescura y versatilidad mediterránea
La albahaca es un clásico en la cocina, especialmente en recetas italianas como pestos, ensaladas y salsas. Esta planta requiere mucha luz y riego moderado, pero su mantenimiento es sencillo. Basta con un espacio soleado cerca de una ventana.
Menta: El aliado refrescante
Desde tés y limonadas hasta postres y platos salados, la menta es indispensable. Es una planta resistente que crece rápidamente; solo necesita riego regular y una maceta amplia para expandirse.
Romero: Aroma robusto y sabor intenso
Perfecto para carnes, pescados o panes, el romero aporta un toque distintivo. Esta planta tolera climas secos y necesita luz directa, por lo que es ideal para cocinas luminosas.
Perejil: Clásico y práctico
El perejil es un todoterreno que complementa desde sopas hasta guarniciones. Es fácil de cultivar en interiores, con luz indirecta y riego moderado. Su rápido crecimiento asegura una provisión constante.
Cilantro: El toque cítrico perfecto
Esencial en guacamoles, curris y salsas, el cilantro añade un sabor vibrante a tus platillos. Prefiere un ambiente fresco y húmedo, así que asegúrate de mantenerlo bien regado.
Cultivar estas plantas no solo embellecerá tu cocina, sino que también será un recordatorio constante de lo gratificante que es usar ingredientes frescos y hechos en casa.