La ansiedad es un trastorno que se ha vuelto muy común en todo el mundo, millones de personas a cualquier edad la sufren. Puedes ver a alguien actuar normal, sonreír, trabajar, pero lleva una lucha interna constante.
La ansiedad es un estado de preocupación y miedo intensos, excesivos y continuos ante situaciones cotidianas, que es posible que produzca taquicardia, respiración agitada, sudoración y sensación de cansancio.
Las personas que sufren de ansiedad saben que sus efectos pueden afectarles durante años, o, incluso, durante gran parte de sus vidas. No existe un remedio simple para deshacerse por completo de los pensamientos y sentimientos de ansiedad, pero investigaciones recientes muestran que hacer ejercicio regularmente durante al menos tres meses puede reducir en gran medida los niveles de ansiedad entre los pacientes.
Las terapias actuales para la ansiedad incluyen la terapia cognitivo-conductual (TCC), que puede llevar mucho tiempo, y medicamentos psicotrópicos que a menudo producen efectos adversos.
Con la esperanza de ofrecer mejores opciones terapéuticas, los investigadores de la Universidad de Gotemburgo llevaron a cabo un estudio que demuestra cómo el simple ejercicio puede minimizar eficazmente los síntomas de ansiedad.
Moverse para el cambio
Doscientas ochenta y seis personas con síndrome de ansiedad fueron elegidas por centros médicos en Suecia para participar de la investigación, que fue considerada como una de las más importantes jamás realizadas sobre el tema. Aproximadamente la mitad de los participantes habían sufrido ansiedad durante diez años o más. La edad promedio fue de 39 años y el 70% de los integrantes del estudio eran mujeres.
Los participantes fueron asignados al azar a clases de ejercicios grupales leves o vigorosos durante un período de tres meses. En comparación con un grupo de control que recibió orientación sobre el ejercicio físico según las pautas de salud pública, los hallazgos demostraron que sus síntomas se redujeron drásticamente incluso cuando la enfermedad era grave.
Los niveles de ansiedad cayeron de moderada a baja después del programa de tres meses para la mayoría de los participantes. Aquellos que entrenaron a una intensidad más baja tenían 3,62 veces más probabilidades de mejorar sus síntomas de ansiedad. Aquellos que entrenaron a una mayor intensidad tenían 4.88 veces más probabilidades de mejorar sus síntomas de ansiedad.
Un fisioterapeuta supervisó las rutinas de una hora para ambos grupos tres veces por semana. Los entrenamientos incorporaron entrenamiento cardiovascular y de pesas. Las sesiones de 45 minutos comenzaron con un calentamiento, continuaron con ejercicio circular en 12 ubicaciones y concluyeron con estiramientos y enfriamiento.
Con información de Infobae