Whatsapp es una aplicación muy útil para estar en constante contacto con nuestros amigos, familia, compañeros; todo mundo. Hace que nos enteremos de todo al instante, hablamos con muchísimas personas al mismo tiempo y podemos llevar conversaciones sobre diferentes temas durante todo el día.
Lo amo porque me mantiene en contacto con todos y es muy útil, a veces. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, hay cosas que a casi todos nos chocan y aquí hay nueve:
- Los grupos que no tienen nada que hacer
Este conjunto de personas que escribe todo el día. No es nada bonito cuando te despiertas y lo primero que ves es una burbuja que dice que tienes 3455 mensajes sin leer y obviamente no tienes tiempo (o ganas) para saber de qué están hablando todo el día y si es que te interesa, llegas a pedir un resumen, haciendo que todos salgan al rescate y acaba siendo lo mismo.
- Los mensajes de voz
Hay personas que creen que Whatsapp es un walkie-talkie y no escriben nada. Es importante que se enteren de una vez por todas que no siempre quieres ponerle pausa a lo que sea que estés haciendo para escuchar su melodiosa voz, además, hay notas de voz que duran la vida entera y la mitad están llena de “estemmmm”, “¿qué te iba a decir?” o de la persona haciendo algo más.
- OK
Es de lo más frustrante escribir una letanía donde te inspiraste más que para tu tesis, sacando tus sentimientos más profundos y tus mayores inquietudes, para recibir un “OK” de respuesta. Hay que tratar de esmerarnos tantito para cuidar los sentimientos de la gente sensible, como yo.
- Las cadenas
¡Las odio! No he reenviado nada y no me he muerto. Paren con sus cadenas de promociones, oraciones, concursos, me da igual pero a nadie le interesan y no se quién se toma el tiempo de escribirlas, pero por favor, si no reenviaste la cadena de Hotmail para la suerte en el amor o para que la niña que se aparecía en la noche no te hiciera nada hace 10 años y estás aquí, ahorita vas a sobrevivir, te lo prometo.
- Las fotos con frases motivacionales
Gracias por mandarme una linda imagen con un atardecer de fondo diciéndome que me sienta excelente porque hoy es un día que no se repite dos veces. Me sentía desmotivada hasta que lo leí.
- Los mensajes enviados en muchas partes
No entiendo en dónde se perdió la costumbre de escribir todo en un gran párrafo y hay personas que mandan todo separado, logrando que tu teléfono suene o vibre muchas veces y te saque de quicio. Ejemplo:
“Hola
¿Cómo estás?
Oye
No sabes
Lo que te tengo
Que contar”
Si no saben cómo escribirlo todo junto, les ayudo: “Hola, ¿cómo estás? No sabes lo que te tengo que contar”, ¡fácil!
- Las malas interpretaciones
A ver, no estás escuchando a la otra persona, no sabes en el tono en el que lo dijo, entonces, ¿por qué asumes que es grosero o está de malas? No porque alguien no te ponga miles de emojis y signos, significa que tiene algo en tu contra y tenemos que dejar de darle tanta importancia a cómo escribe la gente su mensaje, solo estás demostrando inseguridad.
- La falta de respuesta
No es que sea intensa (bueno sí, un poco) pero me encanta que mando un mensaje y me contesten rápido. Entiendo que no siempre se puede al instante pero tardarse tres días es un abuso, más cuando estás viendo a la persona en línea y siendo activo en las otras redes sociales.
- Los “estados” o “WhatsApp stories”
De verdad no entiendo por qué le quisieron copiar a Instagram o Snapchat, pero no está cool que todos tus contactos vean tus fotos. Todo era risa y diversión hasta que “Juan plomero casa dos” y “Juanita señora que le ayuda a mi prima los viernes” vieron lo que haces todo el día.
No es que todo sea malo, es que abusar de las aplicaciones siempre lleva a desquiciar a otra persona y alguien tenía que hablar al respecto.