Por Marco Antonio Martínez
Amigos, el pasado domingo 11 de noviembre se conmemoró el día de San Martín y por ello aquí les dejo su historia.
Nació en Hungría, pero sus padres se fueron a vivir a Italia; como era hijo de un veterano del ejército, a los 15 años ya vestía el uniforme militar romano, por eso se le representa como soldado y montado sobre un caballo y se le dio el mote de «caballero».
Martín significa «el guerrero», ya que se deriva de Marte, dios de la guerra. Es uno de los santos más queridos por los franceses y popular en todo el mundo, y por supuesto también en México, en sus comunidades y colonias que lo tienen por santo patrono. Martín es recordado por un hecho que le sucedió siendo un joven militar. Un día muy frío de invierno se encontró por el camino con un pobre hombre que estaba temblando y a medio vestir; Martín, como no llevaba nada más para regalarle, sacó la espada y dividió en dos partes su manto y le dio la mitad al pobre. Este acontecimiento está grabado en el Convento de Huaquechula, en donde el santo es más grande que el caballo y además el corcel voltea para ver dicha acción que, según algunas fuentes, refiere la dedicación de este monasterio por influencia de don Martín, uno de los principales de Huaquechula en la época prehispánica convertido al cristianismo. Continuando con la leyenda, esa noche invernal vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él le había regalado al pobre y oyó que le decía: «Martín, hoy me cubriste con tu manto». La gente lo quería tanto que lo nombraron obispo de la ciudad de Tours, en Francia, ya con este cargo él se encargó de fundar muchas parroquias rurales en su zona, porque solamente había en las ciudades, pero los que vivían en el campo no tenían ayuda espiritual.
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El fragmento de su bella capa que San Martín cortó fue guardado en una urna y, posteriormente, para conservarlo mejor, se le construyó un pequeño santuario para conservarlo como reliquia; a ese fragmento de tela la gente comenzó a decirle una palabra muy común en nuestros días: «la capilla», que era la parte de la capa de San Martín, así que cuando iban a rezar al lugar decían: «vamos a orar en donde está La Capilla», de ahí el origen del nombre de esos pequeños lugares para orar. Cuando él vivía, recorría frecuentemente poblaciones montado en su caballo y llevando ayuda a los necesitados, y por donde pasaba los habitantes le ofrecían herraduras para su caballo o colgaban una herradura en su casa para indicar que habían sido visitados por el santo, por eso todos sabían que donde había una herradura, había una bendición. Sin embargo, con el tiempo esa tradición se deformó y empezaron a creer que la herradura era un símbolo de buena suerte que hasta el día de hoy se sigue usando de esta forma, sin saber que era símbolo de devoción a San Martín Caballero.
Hoy en día es el patrono de los comerciantes y esta es la razón: debido a las reglas del ejército de aquel tiempo, cuando él era militar, cada soldado debía pagar la mitad de su uniforme para que lo cuidara bien, la otra mitad se los pagaba el ejército, por esa razón, cuando Martín quiso ayudar a la persona que tenía frío pensó en darle la capa completa, pero en ese momento recordó que sólo la mitad de la capa era suya, y también recordó que Cristo nunca pide dar más de lo que se puede, por ello, Martín sólo le dio su parte, la mitad de la capa que le correspondía; tomando en cuenta esto, los comerciantes saben que no pueden regalar su mercancía porque quedarían arruinados, pero lo que sí pueden dar es un buen servicio, amabilidad y ser justos.
Espero que les haya gustado esta leyenda y compilación a mis apreciables lectores, si gustan compartirme alguna historia amena de su comunidad o hacerme algún comentario, pongo a su disposición mi correo electrónico: marco_anthony@hotmail.com – Estoy a sus órdenes para quien guste un recorrido por sitios turísticos de interés de Puebla. Se despide de ustedes su humilde servidor.