Uno nunca es el mismo al terminar una nueva lectura. Sobre todo si ésta es desafiante, complicada y distinta a todo lo demás que hemos leído. Las novelas incluidas en esta selección son un auténtico deleite para cualquier amante de la literatura y son revolucionarias por sus estructuras no lineales, personajes complejos, tramas adictivas, entre otras cosas.
Obras revolucionarias imprescindibles para todo bibliófilo
Blanco nocturno de Ricardo Piglia
Una novela negra sin igual. Comienza con una estructura clásica y termina como una obra «pigliana». La influencia de grandes autores como William Faulkner y Raymond Chandler en esta obra del escritor argentino es muy clara, ya que el fin último no es la solución del misterio sino la revelación de la red de corrupción de una sociedad en apariencia civilizada.
La señora Dalloway de Virginia Woolf
Virginia Woolf fue una de las escritoras feministas más progresistas del siglo XX. En tan solo 271 páginas Woolf cuenta un solo un día de la vida cotidiana de Clarissa Dalloway, una burguesa británica que reside en el Londres de la primera guerra mundial. La autora encadena con maestría los pensamientos con las acciones que se llevan a cabo en la historia, creando un monólogo palpitante y poético que recuerda al Ulises de Joyce.
Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino
Un clásico posmodernista difícil de definir. Si una noche de invierno un viajero es una lectura poco convencional, un homenaje a los libros y a la figura del lector. La novela –que no es en realidad una novela– incluye diez historias inconexas e incompletas que parecen no llevarnos a ninguna parte. Al final lo único que le queda al lector es el desnudo y auténtico placer por la lectura.
Estela de Finnegan de James Joyce
Dato curioso: Al igual que Ulises, esta obra fue considerada como ilegible e intraducible al español. Varios años después se demostró que esto no era cierto y que el valor de esta obra es incalculable. A pesar de que hay que consultar los comentarios al pie de página para poder comprender por completo la estructura onírica de esta novela, la lectura de Estela de Finnegan es una empresa compleja y a su vez placentera. Descubre por qué este título, al igual que varios del autor irlandés, cambió la literatura para siempre.
Cumbres Borrascosas de Emily Brontë
Una joya literaria de la época victoriana. Cumbres Borrascosas narra la misma historia en dos niveles, a través de dos narradores –Lockwood y Nelly– conocemos una historia de amor y odio que se lleva a cabo en Cumbres borrascosas y la Granja de los Tordos, dos haciendas vecinas. Adelantándose a su época, Brontë hace uso de elementos como flashbacks que rompen la estructura lineal de la historia.
The Blind Owl de Sadegh Hedayat
Reconocido como el gran escritor iraní del siglo XX, a Sadegh Hedayat se le atribuye haber llevado el idioma y la literatura de su país al establishment de la escritura contemporánea. Esta original novela, que ha sido comparada con el trabajo de Edgar Allan Poe, recrea el funcionamiento laberíntico de una mente trastornada. The Blind Owl es una visión sombría pero convincente y un retrato psicológico magistral.
(Con información de Gatopardo)