I
Para Saussure (considerado, para muchos, el padre de la Lingüística) el signo lingüístico está conformado por dos partes: imagen acústica (representación mental de un sonido o palabra) y concepto (idea o significado asociado a la imagen acústica.
Algo parecido, desde la Semiótica, podemos pensar de la denotación y connotación. El primero hace referencia al significado puro de la palabra, mientras que el segundo hace referencia a las experiencias, valores, sentimientos que uno pueda tener frente a esa palabra.
Y aquí es donde nace Ernst Cassirer y su sentencia: «el hombre es un animal de símbolos». Él desarrolló toda una teoría que se centra principalmente en esto:
“El hombre … ya no vive solamente en un puro universo físico, sino en universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte y la religión constituyen partes de este universo, forman los diversos hilos que tejen la red simbólica, la urdimbre complicada de la especie humana. Todo progreso en pensamiento y experiencia afina y refuerza esta red. El hombre no puede ya enfrentarse con la realidad de un modo inmediato; no puede verla, como si dijéramos, cara a cara. … (El hombre) en lugar de tratar con las cosas mismas, en cierto sentido conversa constantemente consigo mismo. Se ha envuelto en formas lingüísticas, en imágenes artísticas, en símbolos míticos o en ritos religiosos, en tal forma que no puede ver o conocer nada sino a través de la interposición de este medio artificial[1].”
Ya entrados en gastos podríamos hablar de Jung, Mircea Eliade, Marius Schneider y sus teorías alrededor del mundo simbólico o de la condensación que Juan Eduardo Cirlot realizó de éstos en su introducción a su maravilloso Diccionario de Símbolos, del cual compartiré dos acercamientos que hace Cirlot.
Este va en relación con el Arte:
“…lo símbolos fueron ordenados en sistemas conscientes y tradicionales, canónicos, pero su vida interior sigue latiendo bajo era ordenación racionalizada, pudiendo así aparecer en un momento. En la ornamentación actúa más el ritmo puro que el significado simbólico de éste. La Fuerza endopática del ritmo se comunica al espectador y la mueve según su carácter, siendo muy raro que afore a la conciencia la sospecha de un significado psicológico o cósmico, aunque se percibe la esencia energética. Esto se percibe, sobre todo, en las «abstracciones» que van del neolítico al arte vikingo, irlandés o islámico. Sucede lo mismo con el fenómeno de la expresión, que puede emparentarse con el de la simbolización, pero sin confundirse con él. La expresión es una relación continúa, fluente, causal y directa entre el origen y la manifestación; termina en ésta, donde encuentra su cauce y a la vez su límite. La simbolización es discontinua, estática, indirecta, trascendente a la obra en que aparece plasmada.[2]”
Y esto con respecto al Símbolo en sí:
“Los símbolos, en cualquiera de sus apariciones, no suelen presentarse aislados, sino que se unen entre sí dando lugar a composiciones simbólicas, bien desarrolladas en el tiempo (relatos), en el espacio (obras de arte, emblemas, símbolos gráficos) o en el espacio y el tiempo (sueños, formas dramáticas). Es preciso recordar que, en simbolismo, cada detalle tiene invariablemente algún significado y que conviene estudiar la orientación del símbolo.[3]”
II
Palabras más, palabras menos, el Ser Humano tiene una necesidad por significar y resignificar su paso por el Mundo con el fin de darle forma, fondo; pero sobre todo: sentido a nuestro paso por esto que llamamos Vida.
Una Vida que con el transcurrir de los años la vamos llenando de experiencias, viajes, relaciones amistosas y amorosas, lecturas y más que le van configurando nuestro propio universo simbólico, ése que nos define, identifica y otorga un autenticidad que nos desmarca del resto.
Todo esto para dar un poco de antecedente, ¿teórico? a la exposición de Lety V: Ser más agua que tierra.
III
Pero ¿y quién es Lety V?
Lety V[4] (Tabasco, 1998) es una artista visual enfocada en la moda y las relaciones afectivas. Su trabajo sigue un método fenomenológico que enfatiza la experiencia corporal para crear imágenes sutiles mediante medios gráficos y audiovisuales. ha sido publicada en plataformas editoriales como PhotoVogue, 192 Revista, Revista Letargo y Meow Mag, entre otras. Ha expuesto en museos y galerías independientes y ha recibido en dos ocasiones becas del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (PECDA Tabasco). Sus proyectos incluyen «Costras Sensibles» (2021) y actualmente desarrolla «Ser Sur», un fotoensayo que examina la identidad contemporánea tabasqueña.
IV
Ser más agua que tierra de Lety V es un fotoensayo derivado de su proyecto artístico: «Ser Sur», a través del cual busca explicarle al espectador: ¿cuáles -desde su vivencia- son los símbolos definen a Tabasco?
Junto con Ana Mastretta -curadora de la exposición- decidieron dividir la exposición en tres ejes temáticos:
- Una flor sobre el agua: analiza la feminidad tabasqueña a través del certamen Flor Tabasco.
- Por el rescate de la soberanía: estudia el impacto de PEMEX en los paisajes sociales y urbanos de la región.
- Más agua que tierra: explora la vida cotidiana en un entorno húmedo caracterizado por ríos y vegetación exuberante.
A través de los cuales, explica cómo el entorno geográfico, climático e industrial fueron definiendo y simbolizando la identidad regional por medio de la vestimenta cotidiana, ciertas festividades y rituales.
V
Más allá de la calidad fotográfica, de la interesante colección de memorabilia gráfica sobre el certamen de belleza: Flor Tabasco; esta exposición es muy valiosa porqué la artista permite que el espectador (ilustre desconocido) que se adentre a su mundo.
Por medio de la fotografía y hasta de la poesía, Lety V nos da acceso a una especie de cuarto propio que está adornado por una serie de objetos que conforman su universo simbólico.
Ser más agua que tierra es un viaje por un Tabasco muy particular: el de Lety V, donde PEMEX hizo posible el crecimiento económico y social de Tabasco, pero también ha generado una serie de afectaciones ecológicas que afectan la vida cotidiana; donde Flor Tabasco al mismo tiempo que es motivo de orgullo e inclusión, crea una especie de performance de la feminidad tabasqueña. El universo simbólico de Lety V nos invita a recorrer un Tabasco que: huele/sabe a cacao, plantíos de plátano, a tierra húmeda; se ilumina con vestimentas coloridas y/o floreadas de lino o algodón; y donde la belleza femenina tiene distintas tonalidades de color de piel.
El Tabasco de Lety V lleva por música de fondo la poesía de Carlos Pellicer.
VI
Ser más agua que tierra de Lety V ayudará a la persona que se acerque a la exposición a resignificar y a entender a Tabasco desde otra visión más cercana y lejana a todo concepto político y/o patriótico.
VII
La podrán visitar hasta 14 de agosto de 2025 en las instalaciones de la Alianza Francesa: C. 2 Sur 4920, San Baltazar Campeche; en un horario de: lunes a viernes de 9 am a 7 pm y los sábados de 9 am a 1 pm.
[1]https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Recurso:Cassirer:_el_hombre_como_animal_simb%C3%B3lico
[2] Cirlot, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos. España: Siruela, 2008. 47. Impreso.
[3] Ídem.
[4] https://afpuebla.mx/programa-cultural/ser-mas-agua-que-tierra/