Son 27 dulcerías las que se pelean al turismo en el Centro Histórico

Si hemos de ser sinceros, aunque los poblanos presumimos mucho nuestros dulces típicos, pocas veces le hacemos honor a esos manjares. 

Por otro lado, seguramente en más de una ocasión algún turista nos ha preguntado dónde puede comprar buenos camotes y, antes de resistir el albur, titubeamos sin saber realmente qué dulcería recomendarle. Ahí es donde se nota la falta de conocimiento de campo que tenemos sobre una de las joyas de la corona del turismo local.

La 6 Oriente, entre 2 y 4 Norte, ha sido bautizada por la historia como «la calle de los dulces» por ser desde hace más de un siglo el lugar donde se pueden adquirir estos tradicionales confites. Esto no siempre fue así, de hecho fue algo fortuito. Tras la exclaustración de las monjas de Santa Clara, sus secretos culinarios también quedaron al descubierto y, ni tardas ni perezosas, las familias que vivían cerca del convento aprovecharon el «destape» para hacer el «nego».

En la actualidad son nada menos que 27 dulcerías las que ofrecen productos de confitería tradicional a los turistas nacionales e internacionales que visitan la ciudad.

Si la calidad es sinónimo de constancia, son particularmente dos las dulcerías que destacan por ser las consentidas de la gente. Hasta hace cuatro años, ambas estaban a un costado del Museo de la Revolución Mexicana, pero con el cierre de una de ellas se perdió una parte de la historia de Puebla, son éstas El Lirio de Puebla y La Gran Fama. La tradición de ambas, que supera los cien años, las han hecho ganarse un lugar en el gusto de propios y extraños. La noticia de la pronta reapertura del Lirio ha reavivado la expectativa sobre los días en que ambas competían por el favor del turismo.

El resto de dulcerías va de las pésimas hasta las que llegan a tener alguno que otro producto bueno, pero sin duda muchas de ellas han sobrevivido gracias a estar «en la zona». Desde luego, hay turistas que en la actitud de ya no caminar se meten al primer establecimiento que encuentran: muy poco recomendable. Así que aquí queda esta humilde revisión de una de las tantas calles icónicas de nuestra ciudad. Se aceptan comentarios y sugerencias.