Los humanos somos naturalmente entrometidos. Unos pequeños espías o detectives se crean en nosotros cuando debemos averiguar algo por Instagram o Facebook.
Todos los que usamos redes, alguna vez lo hemos hecho, es una práctica que se ha vuelto muy común, ya que con solo un par de clics podemos saber los movimientos de cualquier persona.
Una situación típica es cuando empiezas a salir con alguien. En piloto automático, casi todos, buscamos su huella digital (literalmente). Muy elevados aquellos que no lo hacen, pero siempre es similar: nos metemos en el perfil, buscando fotos reveladoras, amigos en común o actividades laborales.
¿Es malo stalkear?
Depende. Claro que, el verdadero acoso o ciber acoso, es un crimen y debería ser condenado. Ahora, para la actividad de entretenimiento o formación, la cosa cambia. Por ejemplo, si está sonriendo en todas las fotos, viajando o de fiesta: asumimos la profesión (blogger, influencer, modelo, Dj) y el estado emocional. Sin embargo, lo que mostramos en nuestras redes usualmente no es nuestra vida real, un estudio de Custard lo confirma.
En este se concluyó que lo más común es que la gente miente o presenta una imagen exagerada de ellos mismos en redes sociales.
Solo el 18% de hombres y 19% de mujeres reportaron que su perfil de Facebook o Instagram era un “reflejo total y objetivo” de quienes eran en realidad.
¿Qué pasa con una expareja, por ejemplo?
Todo el mundo ha sentido la tentación de buscar el perfil del ex y stalkear un poco. Es peligroso, por el riesgo de convertir este aspecto en un hábito. Tal vez no quiebres un límite per se, pero no es sano porque si el comportamiento se hace recurrente, y evita usar el pensamiento para algo más productivo. Se estima que 210 millones de personas sufren de adicción a internet o redes sociales y estos son el tipo de comportamientos que detonan el fenómeno.
¿De qué vas a hablar?
Hay una magia oculta en no saber mucho de otra persona. Es lo que nuestros papás tenían que hacer, por cierto. Al stalkear a tu crush, te puedes armar una idea pre-concebida sobre quién es. Como dijimos antes, esto no es representativo. Entonces, si no quieres una cita donde estés aguantándote las ganas de preguntarle por qué tenía un mohawk azul o que te aburras porque ya conoces una historia que te está contando, no stalkees.
Con información de Playground