¿Sabían que Stanley Kubrick repetía y repetía escenas hasta que estuviera satisfecho con la toma en la cinta? Algunos actores, en su momento, se quejaban amargamente por su necedad -si se le puede llamar así, sin ánimo de ofenderlo- de perfección.
Las películas de Kubrick si las ven con detenimiento son perfectas, bellísimas, es arte puro. El director inglés, además, pugnaba, porque las productoras no le metieran la mano a su obra. Muchos conflictos tuvo porque al inicio de su trabajo no le dejaban ser libre, pero un día con calma pongan 2001 Odisea del Espacio, disfruten todo, es una mezcla de danza, fotografía, actuación y misterio.
Pocos son los actores que pueden presumir de haber estado bajo la dirección del maestro Stanley Kubrick. La interpretación perfecta y crear una escena nunca antes vista, eran su obsesión. En todas sus películas, el director sentía la necesidad de controlar cada aspecto, desde la idea inicial hasta la distribución. Esto le acarreó a lo largo de su carrera una reputación de autoritario e intransigente. Los actores que resistieron la exigente escuela de Kubrick se sienten orgullosos de haber estado bajo sus órdenes. De hecho, en la actualidad son los más cotizados.
Nacido en una familia judía de Nueva York, Stanley Kubrick creció en el Bronx. Su padre, Jack, médico de profesión, le inculcó su pasión por la fotografía. Así se convirtió en el más joven fotógrafo de la revista Look. Renunció a su carrera fotográfica para dedicarse a la dirección.
Después de unos cuantos cortos, en 1953 rodó su primer largometraje, Fear and Desire, financiado en gran parte por su tío. Tras Killer’s kiss y The Killing, rueda la genial Teléfono rojo: Volamos hacia Moscú, una fábula excéntrica y apocalíptica en la que Kubrick da rienda suelta al genio cómico de Peter Sellers. También adapta la novela de Vladimir Nabokov, Lolita.
En 1957 realiza Senderos de gloria’, un trabajo oscuro y subversivo sobre las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y sobre la ejecución de tres soldados franceses, fue censurada en muchos países.
Caso similar es el de La Naranja mecánica, ya que la crítica censuró la violencia de la película. Tras el éxito de su primera obra conjunta, Kirk Douglas repitió con Kubrick en 1959, en Espartaco. Los años 60 y 70 son los más prolíficos para el director. 2001: Una odisea del espacio, fue tal vez su proyecto más ambicioso, en él se impone como uno de los cineastas más importantes del siglo XX, junto a Orson Welles y Max Ophuls. También rueda Barry Lyndon.
En 1980, su adaptación de El resplandor, de Stephen King, con Jack Nicholson, marca su primera incursión en el cine de terror. Doce años pasaron entre La chaqueta metálica, y su última obra, Eyes Wide Shut, una adaptación de una novela de Arthur Schnitzler.
El resplandor. El resplandor. Foto: © DR
Stanley Kubrick descansa desde hace exactamente 20 años bajo a su árbol preferido, que se encontraba en el terreno de su casa en Hertfordshire, Inglaterra. El director solía sentarse junto a él. Sentía que aquel era un lugar seguro y tranquilo. Puede que eso fuera lo que le llevó a pedirle a su esposa poco tiempo antes de que sufriera un ataque al corazón que lo enterraran allí. El 7 de marzo de 1999, Kubrick murió en su hogar rodeado de su familia, y lo hacía sabiendo que había cumplido su propósito vital: dejar un legado, uno construido a base de sus obsesiones.
Con información de La Butaca de cine