Apenas ganó un Oscar técnico, a los mejores efectos visuales, pero sus trece películas marcaron la historia del cine del siglo XX: logró crear una obra maestra en todos los géneros que abordó, fueran la ciencia-ficción, el cine de terror, el histórico o el bélico. Stanley Kubrick (1928-1999) fue un tótem del séptimo arte, un perfeccionista implacable cuyas imágenes siguen grabadas en la retina de los espectadores.
Desde los infinitos pasillos blancos de la nave de 2001: una odisea del espacio a los inquietantes pasillos del hotel de El resplandor, desde la mirada psicopática de Malcolm McDowell con sombrero hongo en La naranja mecánica. Esas imágenes y muchas otras, también las de los proyectos que no llegó a realizar, como una gran película sobre Napoleón protagonizan Stanley Kubrick: The exhibition, una muestra con más de 600 piezas, incluidos trajes y planes de rodaje, que se expondrá hasta el 8 de mayo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
A través de una selección de piezas de diversa índole (material audiovisual, fotografías, atrezzo, cámaras, maquetas, objetivos, guiones, ilustraciones, storyboards, cartas, vestuario, claquetas…), se irán desglosando las líneas temáticas de sus películas, así como los distintos aspectos formales de su filmografía.
Los seguidores de Stanley Kubrick se encontrarán con decenas de piezas sobre su universo: desde la silla de director, al disfraz de simio de 2001: una odisea del espacio (1968), pasando por el vestuario o la icónica mesa del Korova Milk Bar en La naranja mecánica (1971), la máquina de escribir o los vestidos de las inquietantes gemelas de El resplandor (1980), hasta la capa del doctor Bill Harford durante la secuencia de la orgía en Eyes Wide Shut (1999).
Asimismo, la trayectoria artística de Kubrick está representada al completo: sus inicios como fotógrafo en Look, sus primeros pasos tras la cámara con sus documentales, las películas de aprendizaje como El beso del asesino, los largometrajes que fueron construyendo su prestigio: Lolita o ¿Teléfono rojo?
No faltarán escenas de cada una de sus películas con momentos que forman parte de la memoria colectiva: como el coronel Dax recorriendo las trincheras en Senderos de gloria o los nobles, muy maquillados y con pelucas, jugando alrededor de una mesa bajo la luz de las velas en Barry Lyndon.
Si te das una vuelta por Madrid no dejes pasar la oportunidad de visitar esta exposición definitiva de un genio, visita el sitio y compra tus entradas.
https://kubrickexhibition.com/
Con información de Círculo de Bellas Artes de Madrid