Tras una serie de videos de Taylor Swift preparándose para su gira, que se proyectaban en el Foro Sol, apareció un reloj en las pantallas panorámicas que han viajado con la cantante durante “The eras tour”, anunciando que el inicio del show se acercaba.
Los 58 mil 126 “swifties”, algunos provenientes de otras partes de la República, aguardaban emocionados el momento que habían esperado durante casi 20 años: ver por primera vez a Taylor en vivo.
Cuando el cronómetro llegó a cero, aparecieron los primeros bailarines, mientras los fans gritaban el nombre de la artista. Vestida con un atuendo decorado por cristales azules, diseñado por Atelier Versace, ella emergió a bordo de una plataforma al fondo del escenario, cantando “Miss americana & the heartbreak prince”.
«Hola Ciudad de México», dijo la artista, mientras descendía de la plataforma. La primera era de “Lover”, continuó con “Cruel summer”, “You need to calm down”, “Lover” y “The archer”, todos temas que fueron coreados en su totalidad por los fans.
Mientras los presentes gritaban al unísono, ella los miraba incrédula. «Me hacen sentir increíble Ciudad de México. Me hacen sentir como que es mi primer show aquí. Me hacen sentir poderosa», dice, mientras presume su musculoso brazo, antes de cantar «The Man».
La alegría de los fans se podía respirar en todos los rincones del recinto, algunos se limitaban a cantar con todas sus fuerzas, mientras que otros derramaban lágrimas cada vez que la intérprete aparecía en las pantallas.
Ese ambiente de felicidad ya había iniciado desde antes de iniciar el show, pues los fans se tomaban fotos, intercambiaban pulseras y se saludaban cariñosamente como si se conocieran de años.
«Es un honor decirles estas palabras Ciudad de México. Bienvenidos a ‘The eras tour'», expresó Swift con una enorme sonrisa en su rostro. «Siempre había sido mi sueño tocar aquí, muchas gracias por estar con nosotros esta noche».
El show continuó con la era “Fearless”, compuesta por temas como “You belong with me”, “Fearless”, “Love story” y la canción que da nombre a esta etapa.
El intercambio de los ya tradicionales “friendship bracelets” no podía faltar. Desde las afueras del recinto, se observaba a fanáticos haciendo trueque de pulseras. Incluso quienes no traían consigo ninguna pieza, recibían alguna sin esperar nada a cambio.
El furor fue tal, que incluso había personas cuyos brazos lucían completamente llenos de brazaletes, y aún así continuaban el intercambio con los otros “swifties” que se cruzaban por su camino.
La siguiente era fue «Evermore», e inició con «Champagne problems», y una ovación para la artista, que pausó el repertorio unos minutos, pues ella no dejaba de observar atenta al público. Al terminar la canción, los aplausos continuaron y, conmovida, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. «Los amo», repetía sin el micrófono, mientras dibujaba corazones con sus manos.
El show continuó con la era de “Reputation”, la cual estuvo acompañada por serpientes que se lucieron en los gráficos del show, y éxitos como “…Ready for it”, “Delicate”, “Don’t blame me” y “Look what you made me do”.
Los gráficos fueron otro protagonista del show, desde una casa, hasta un bosque encantado, globos rojos, un tren que transita enfrente del océano, un torbellino de agua,
La siguiente era fue la de “Speak now”, donde primero apareció con un vestido lila, diseñado por Zuhair Muradcon, para cantar «Enchanted» y «Long live» na playera blanca en donde se leía ”A lot going on at the moment».
Siguió la era «Red», donde sonó “I knew you were trouble”, “All too well”, uno de las más coreados de la noche, y “22”, durante acató su tradición de obsequiar su sombrero a una fan. La afortunada fue un adolescente, quién recibió la prenda en manos de la mismísima Taylor.
Una lluvia de pequeños cuadritos de papel color blanco comenzaron a caer sobre las cabezas de los fans, marcando el final de esta parte del show.
Swift continuó con la era de “Folklore”, en la cual apareció una cabaña a medio terminar, con un techo de musgo, donde la cantante se recostó mientras entonba «The 1».
«Está cabaña la hice en mi imaginación. Escribí este álbum en la pandemia, todos hicimos cosas para escapar, y este era un lugar donde podía ir en mi mente. Decidí escribir algunos personajes, algunos de mis favoritos son este adolescente llamado James, que trata de disculparse con el amor de su vida», contó.
Enseguida, tomó su guitarra para cantar «Betty», un grupo de bailarines con trajes de época aparecieron con «The last great american dynasty», las pantallas se pintaron de naranja para «August», «Illicit affairs», «My tears Ricochet» y «Cardigan».
Vistiendo un conjunto de ropa y falda color azul metálico, comienza la era «1989», con «Style» y «Blank Space», tema durante el cual un grupo de personas a bordo de bicicletas luminosas pedaleaban por el escenario. Con el recinto coloreado de azul, gracias a las pulseras luminosas, el repertorio siguió con «Shake it off», «Wildest dreams» y «Bad blood».
«Taylor, Taylor, Taylor», gritaban los fans, mientras la expectativa crecía, conforme se acercaba el momento de las canciones sorpresa. La estadounidense tomó nuevamente su guitarra para cantar “I forgot that you existed” (fue la primera vez que la tocó en vivo).
Al terminar, se sentó en el piano para la segunda canción sorpresa, “Sweet nothing”. Antes de pasar a la parte final, realizó el «chapuzón», dónde una animación la muestra «nadando» al escenario principal.
Rodeada de nubes de tela, comenzó con la era “Midnights”, su más reciente disco. Este apartado estuvo comenzó con los éxitos «Lavender haze» y «Anti Hero».
En «Midnight rain» emergieron un grupo de bailarines portando sombrillas y rodearon a la cantante, quien rápidamente cambio su atuendo blanco por un vestido azul con pedrería.
«Vigilante shit», «Bejeweled», «Mastermind» y «Karma» fueron las últimas de este repertorio de más de 40 canciones. «Muchas gracias por esto Ciudad de México».
(Con información de El Sol de México)