Cada vez hay más alérgicos a los villancicos y a las posadas, y más estos dos últimos años, que dejaron soledad y nostalgia. Donde no existe discusión es a la hora de determinar el motivo que amarga a más personas cuando llegan estas fiestas: la pérdida de algún ser querido. Es en estas fechas donde se puede notar más la ausencia, aunque es esencial atravesar ese dolor para poder volver al mundo.
También les sucede a parejas que se separan o se divorcian. Que pensaban que su familia era perfecta y, de repente, tienen que llegar solos a la cena Navideña.
Las expectativas son las principales culpables de que uno sufra en Navidad. Es aquà donde aparece la famosa hipocresÃa navideña, algunos se molestan cuando viejos conocidos de los que no saben nada durante todo el año, reaparecen esporádicamente para desearles felices fiestas, les incomoda recibir mensajes de conocidos que ya no están en su dÃa a dÃa. Y se llega a pensar que, como te ha saludado ahora, lo tenÃa que haber hecho también ayer.
Otra de las razones es que no todos pueden permitirse subir al tren del consumo; el exceso de tráfico y de aglomeraciones tanto en la calle como en los centros comerciales; las disputas familiares; y, cómo no, su polo opuesto: el sentimiento de soledad.
El imaginario social dicta que la Navidad es alegrÃa, positividad y amor, pero eso choca con la realidad. Sobre todo, les sucede a los ancianos que se encuentran solos o a personas que están en hospitales, es una tendencia que irá creciendo, debido al imparable envejecimiento de la población.
¿Cómo sobrellevar la depresión blanca?
1. Si te invitan a una cena donde sabes que lo vas a pasar mal, di no. Sin miedo. Declinar la invitación es una forma de respetarte a ti mismo y al resto de comensales.
2. No guardes rencor por actos del pasado. Evita hablar de temas polémicos e intenta no entrar al trapo si sabes que la puedes armar. Piensa que la cena familiar sólo durara unas cuantas horas.
3. No focalices toda tu atención en las personas ausentes. En lugar de ponerte triste recordando que ya no están, procura evocar momentos y anécdotas divertidas junto a esas personas.
4. No te agobies con los compromisos más de lo necesario. No olvides que las navidades son, ante todo, un periodo de descanso.
5. Los regalos, mejor entre dos o cinco personas. Reducirás el gasto y el tiempo invertido en la elección del presente.
6. Acuerda celebrar las fiestas un año con tu familia y al siguiente con la de tu cónyuge. Las navidades en pareja y con hijos pueden llegar a ser difÃciles. Procura ser flexible.
7. Trata de no estancarte ni de hibernar cual oso. Sal a la calle, practica deporte y rodéate de tus amigos.
8. Concibe la Navidad como un nacimiento, una oportunidad para que nazca en ti otra forma de ser, pensar o actuar. Ya lo decÃa Dickens, «honre la Navidad en su corazón y procure conservarla durante todo el año».
Con información de El mundo