Actualmente, tener un hijo no es una decisión fácil, ya no se trata de recibir los que Dios quiera, sino de saber si realmente podemos costearlos.
El mundo ya no aguanta más humanos, y si de verdad quieres tener un bebé, tendría que valer la pena, invertir en su formación para que pueda aportar a la sobrevivencia humana.
Para quienes están muy preocupados por la sobrepoblación, pero quieren vivir la experiencia de ser padre o madres, el metaverso tiene una solución.
Llegaron los metabebés, niños con Inteligencia Artificial que estarán ampliamente disponibles por una cuota mensual relativamente pequeña.
Catriona Campbell, una especialista en Inteligencia Artificial y en todo lo que sean tecnologías emergentes y disruptivas, dice que en 50 años los bebés del metaverso serán indistinguibles de los del mundo real. Ella prefiere referirse a la próxima generación virtual como “generación tamagotchi” en homenaje al bum de mascotas virtuales japonesas que estalló a final de los 90.
Según Campbell los nuevos tamagotchis serán igual de “reales” para sus padres que los de carne y hueso.
Alojados en el metaverso, los niños tamagotchis se parecerán a sus progenitores igual que cualquier padre e hijo o que un smartphone personalizado a su dueño.
La tecnología CGI y el aprendizaje automatizado harán que tengan caras y cuerpos hiperrealistas que reaccionarán a nuestras emociones y nuestras palabras. Y te abrazarán, jugarán contigo y te dirán que te quieren como no lo hace tú hijo. Unos guantes de última tecnología proporcionarán la estimulación táctil necesaria.
También los podrás llevar al parque, al cine o a la piscina, o hacer viajes con niños por cualquier lugar del globo sin gastar un peso. Podrás elegir el entorno y hasta la rapidez con la que los hijos crecen, porque todos sabemos que lo hacen demasiado rápido o demasiado despacio pero siempre con el algoritmo desajustado.
No sólo se trata de tener todo lo bueno de un hijo sin nada de lo malo, sino de resolver el problema de la superpoblación que ya se acerca a 8.000 millones de habitantes, con todo lo que esto significa para la huella energética.
La propuesta de Campbell no parece descabellada en absoluto. De hecho, ya hay empresas como BabyX trabajando en ello.
Según otros científicos la superpoblación podría alcanzar su punto álgido en las próximas décadas y a partir de allí descender preocupantemente hacia, incluso, la extinción humana.
Con información de Esquire