A veces un cuento de hadas no tiene que ser tierno y mucho menos que la protagonista salga victoriosa; a veces es hermoso por su tonalidad o su brutal mensaje. No siempre tiene que ser “rosa”; lo hermoso también es bizarro. Un cuento de hadas tiene que tener una mezcla de colores, segmentos, personajes interpretando y comunicando tanto por el escenario como por las emociones que genera. Es como se puede apreciar The Neon Demon un hermoso cuento de hadas con una bizarra historia y una gama muy amplia de colores y sensaciones. Nos adentra a una trama donde lo profundo radica en el exterior, lo hermoso es lo que se ve y la obsesión que llega cuando no se obtiene lo que se quiere.
Su sinopsis oficial dice “Jesses es una chica que llega a Los Angeles, California, Para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Pero su juventud y belleza despertará al demonio, y se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar”. Dirigida por Nicolas Winding Refn y con el reparto de Elle Fanning, Kart Glusman, Jena Malone, Bella Heathcote, Abbey Lee, Keanu Reeves. Su estreno fue en 2016, en México no fue muy bien conocida o recibida pero cabe señalar que realmente es una película que tiene muchos puntos buenos. La trama es simple, no es una trama compleja o un desarrollo con una vuelta de tuerca sublime; pero lo maravilloso de esta cinta es la forma en la cual toda la estructura narrativa, escenografía, gama de colores, actuaciones, tomas largas y encuadres amplios nos cuentan este hermoso cuento bizarro.
Desde el primer momento nuestro ojo se deleita con una sobredosis de color, por una imagen tan sublime como triste o incluso “sangrienta”, un escenario evocando la fragilidad de una joven, donde sus ojos son vacíos pero reflejan lo hermoso de la juventud y la inocencia jugando con la belleza y la muerte; la gama de colores va desde lo frío (fragilidad, tristeza, duelo, luto, vacío, soledad), hasta el cálido (pasión, dureza, fuerza, sangre, emoción, control); todo eso en una sola toma que se va abriendo y nos muestra que todo ha sido un perfecto “engaño”, una composición plasmada por un fotógrafo que esta retratando a la protagonista. Donde también el mismo silencio se traduce como ese inquietante momento o ese descontrol por querer ser más. En ese instante nos damos cuenta que no estamos viendo una película tan común; ya que cada color, textura y elemento tiene un por qué; por así llamarlo es una epopeya al color.
En cada momento de la trama nos adentra a ese mundo donde lo importante es el exterior, “la belleza no lo es todo, es lo único”; veremos lo efímero y artificial que puede llegar a ser el mundo de la moda y el como se distorsiona la realidad para ser algo más que hermoso y bello, ser eso único para todos. Por lo tanto el director nos mantiene en cada instante con esa ruptura de la realidad para mostrarnos ese sin fin de éxtasis, banalidades y colores adecuados para la ejecución de cada toma y contexto de la misma.
La narrativa no es compleja, pero si muy marcada en cuando a la ejecución de la trama ya que juega con esa falta de luz y la mezcla con colores neon o tonalidades muy cálidas o frías. Es como si de repente en ciertas tomas o en cierto momento de la trama la película nos mostrara una realidad con falta de luz o muy frías llegando a ser estéril y estática, en la siguiente toma saltara a otra emoción, mostrando ese mundo irreal, lleno de calidez o ese desenfreno de colores que empapan la pantalla. Cada personaje tiene una locura adecuada o una obsesión que es determinada por la composición final, aunque en ciertas partes parece que no se tiene una dirección o se sienten los personajes planos, repetitivos; pero creo yo que esa es la finalidad, que los personajes carecieran de estabilidad para caer en su total locura y desenfreno; por lo tanto nos puede mostrar esa critica a la superficie, donde lo hermoso del exterior es lo único que vale la pena. La ultima media hora nos da ese toque de horror, un tanto sutil pero necesario donde la fuerza es necesaria para determinar el desarrollo final y entendiendo el por qué del mensaje.
The Neon Demon es una buena opción, no esperen sangre por todos lados, pero si esperen ese éxtasis al ojo que detona cada tonalidad que se conjuga muy bien con cada toma. Un hermoso cuento bizarro para las nuevas generaciones.