Caminan por todos lados, visitan a sus compañeros de cubículo, pero muy pocas veces los vas a ver en su puesto de trabajo, ocupados. Hablamos de los zombies corporativos, aquellos empleados que cuentan las horas y rezan por que termine pronto la jornada laboral. Son aquellos que no tienen metas, un ejército de empleados que no encuentran inspiración en el trabajo.
Este es un problema para dueños de empresas y negocios. Los números muestran que muchos trabajadores están en camino de convertirse en «zombies», generalmente porque sus jefes los hacen sentir tontos y les imponen reglas que matan su pasión.
En respuesta, solo podemos esperar que las nuevas tecnologías y aplicaciones, mejoren los números en torno al compromiso de los empleados, ya que los jefes (afortunadamente) podrán tomar decisiones más inteligentes basadas en datos.
De hecho, los gerentes de recursos humanos con visión de futuro ya están cambiando sus esfuerzos. Grandes datos están siendo analizados con la esperanza de mejorar el ambiente de la oficina.
Los verdaderos líderes se dan cuenta de que el lugar de trabajo es una cosa en constante evolución, y se toman el tiempo para asegurarse de que sus equipos mantengan a la vanguardia. Esto implica encontrar excelentes soluciones para el compromiso de los empleados.
Sin embargo, los malos líderes todavía están creando lugares de trabajo desconectados: se están enfocando en sí mismos en lugar de mejorar a su gente y sus compañías. Y muchos de los problemas de desconexión se derivan de las prácticas arcaicas que todavía se utilizan: los jefes piensan que saben lo saben todo y que los empleados no deben tener voz y deben realizar tareas repetitivas.
Echa un vistazo a las siguientes características, que te ayudarán a identificar a los empleados zombies y el daño que están haciendo a tu empresa o negocio:
- Un alto costo de un mal empleado
- Pueden dar mal servicio al cliente
- Reducen tus ganancias
- Espantan a consumidores potenciales
- Se toman más días por enfermedad
- Se la pasan buscando nuevos empleos
- Incrementan tu índice de rotación laboral
- Infectan al resto de tu equipo
- Hablan mal de tu negocio todo el tiempo
- Te cuestan dinero por su baja productividad
- No quieren trabajar y no les interesa tu empresa
Con información de Entrepreneur