Los restos de Carmen, Aquiles y Máximo Serdán regresaron esta mañana a la casa que los vio convertirse en héroes tras más de cien años de ausencia.
En tres urnas del tamaño de un baúl colonial, cubiertas por un brillo plateado, los restos de cada uno de los tres hermanos ingresó al recinto. A partir de ahora estarán de nuevo allí, en este lugar de leyenda que sin duda es parte importante del orgullo poblano.