Por Mono Lira
La palabra suena bonita pero no lo es, es el último lugar en el que querrÃas estar. Parece que todos alguna vez hemos estado ahÃ, a no ser que seas un «macho alfa, lomo plateado, todas mÃas»; y aunque digas «yo, ¡jamás!», todos corremos con esa suerte, y si ya lo hiciste podrÃas ayudar a algún amigo a salir de esta.
Pero, ¿cómo saber que estamos ahà sin darnos cuenta? Estos podrÃan ser los sÃntomas:
- Que los padres de tu amiga te tengan mucha confianza y ella te pida ayuda para salir de su casa para irse a una cita con alguien más.
- Que todo el tiempo te mencione: «ojalá encuentre alguien tan lindo como tú (pero tan patán como su novio)».
- Que te agarre de almohada cada que corta con su novio y llore inconsolablemente y grite: «¡por qué, por qué!» o, peor aún, que te haga pasar por su secretario y tengas que contestar las llamadas de su novio o, el colmo de colmos, que te pida ayuda para regresar con él y tú, estúpidamente, le dices frases como: «te mereces alguien mejor, él no te merece».
- Siempre querrá buscarte novia: se la pasa platicando de sus amigas
- Que te invite a al antro y ella te diga: «me encanta venir contigo porque me cuidas como a una hermana», o que baila contigo de todo menos reguetón; acaba ligando con alguien más y, para acabar de joder, te dice que tú invitas porque no tiene dinero.
- Siempre se dirige a ti como «güey», como si estuviera con el tablajero; definitivamente eres su mejor amigo.
- Si cada que la invitas a salir ya sea al cine o al café, llega con una amiga o algún amigo.
Si haces algo como esto, amigo, ¡lástima!, estas en el indeseable lugar, y no queda de otra que salir inmediatamente y correr por tu vida o, de plano, enfréntala: el NO ya lo tienes seguro. Qué más puedes perder, ¿la amistad?, ya esta pérdida, pues te gusta; ¿dejarse de hablar?, no, eres su mejor amigo, mejor que abra los ojos y vea que eres justo lo que estaba buscando, o simplemente te presentara más amigas para que la olvides