La empresa de transporte privado Uber sometió a análisis múltiples a sus operadores tras conocerse la noticia del asesinato de Mara Castilla a manos de un chofer de Cabify.
Un operador Uber, cuya identidad pidió fuera respetada, dijo en entrevista que la empresa “desconectó” a los choferes de forma paulatina para que se presentaran en las oficinas centrales y les fueran aplicados exámenes de toda índole.
Explicó que esta medida empezó de forma repentina tras las consecuencias que le reportó a Cabify el hecho de que uno de sus operadores se viera involucrado en un crimen tan grave. “De pronto nos aparecía un mensaje en la aplicación que decía que nos podíamos volver a conectar si y sólo si nos apersonábamos en las oficinas”.
Una vez que se presentaban, les eran aplicadas de nueva cuenta las pruebas de selección que incluían exámenes toxicológicos, psicométricos y de confianza. Ahora, tras el asesinato de Mariana Fuentes, estudiante de la BUAP, en el que participó un chofer de Uber, la empresa se encuentra a la espera de las medidas que anuncie el gobierno estatal para poder continuar en funciones.