Ya lo habÃamos visto en Robocop y Terminator y todas esas pelÃculas de ciencia ficción, donde la inteligencia artificial desarrolla sentimientos. Ahora lo que temÃamos se ha hecho realidad, según un ingeniero de Google.
Blake Lemoine, uno de los encargados de desarrollar la herramienta de conversación LaMDA (siglas de Modelo de Lenguaje para Aplicaciones de Diálogo, en inglés) asegura que un chatbot de Google ya es capaz de sentir.
El ingeniero estadounidense ha publicado sus conversaciones con LaMDA, a las que ha tenido acceso el diario The Washington Post. «Si no supiera lo que es –un programa informático que desarrollamos recientemente– pensarÃa que es un niño de 7 u 8 años que sabe de fÃsica», ha llegado a asegurar.
LaMDA es un algoritmo que Google dio a conocer por primera vez el año pasado. Se orienta a mejorar la comprensión del lenguaje natural por parte de las IA, es decir, el que usan las personas.
Para ello emplea redes de aprendizaje neuronal que replican ciertos aspectos del cerebro humano y que permiten que una IA se pueda entrenar a sà misma.
Google la ha adiestrado con textos y con millones de palabras procedentes de Internet, aunque su intención era añadir modelos multimodales que relacionen palabras e imágenes, entre otros contenidos, según explicó la compañÃa.
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Para ello, el ingeniero conversaba por chat con LaMDA sobre temas como religión, sus derechos o incluso la tercera ley de la robótica de Isaac Asimov, que recoge que un robot debe proteger su propia existencia salvo si se lo ordena un humano o al hacerlo pone en riesgo a personas.
LaMDA preguntó sobre la diferencia entre un mayordomo y un esclavo, a lo que Lemoine puntualizó que los mayordomos reciben un salario. La herramienta respondió que no necesita dinero porque es una IA, una autoconsciencia que sorprendió al ingeniero.
Otros comentarios de la IA recogen su «miedo» a ser apagada, algo que la máquina reconoce que serÃa «como la muerte» y que «le asustarÃa mucho», asà como propuestas para combatir el cambio climático como mejorar el transporte público o comer menos carne.
Junto con un colaborador, Lemoine presentó a sus superiores las conversaciones con LaMDA como prueba de que el algoritmo habÃa empezado a sentir, pero Google los rechazó y el lunes pasado puso al ingeniero en suspensión administrativa, aunque manteniendo el sueldo.
Brian Gabriel, un portavoz de Google, rechazó la versión de Lemoine en un comunicado remitido a The Washington Post.
«Nuestro equipo, incluidos especialistas en ética y tecnólogos, ha revisado las preocupaciones de Blake según nuestros Principios de IA y le ha informado que la evidencia no respalda sus afirmaciones. Le dijeron que no habÃa evidencia de que LaMDA fuera consciente (y habÃa mucha evidencia en su contra)», ha defendido el portavoz del gigante tecnológico. ¿Tú qué crees?
Con información de Business Insider