Fotos: The Objective
En 1929, la novelista Virginia Woolf se preguntaba en su ensayo A Room of One’s Own por qué ninguna mujer de la época de Shakespeare había escrito una obra literaria, un poema, o un soneto merecedor de pasar a la historia. Al final, su conclusión fue: “Me atrevería a decir que Anónimo, que escribió tantos poemas sin firmarlos, era, muchas veces, una mujer”.
No sabemos si muchos de esos “autores anónimos” eran efectivamente mujeres, lo que sí sabemos es que muchas autoras y escritoras no pudieron firmar con sus verdaderos nombres debido a las limitaciones de su época, a los temas sobre los que escribían, o a los géneros literarios en los que estaban interesadas. En su lugar, utilizaron nombres masculinos para evitar ser juzgadas, censuradas o despreciadas. Aun así, sus obras han pasado a la historia de la literatura universal gracias a su talento y creatividad. ¿Las conoces a todas?
1. Las hermanas Brontë se hicieron llamar los hermanos Bell
Las hermanas, Charlotte Brontë, autora de Jane Eyre, Emily Brontë, escritora de Cumbres Borrascosas, y Anne Brontë, que ha pasado a la historia por La inquilina de Wildfell Hall, empezaron su carrera literaria firmando con los nombres masculinos de Currer, Ellis y Acton Bell.
Las hermanas escribían sobre temas considerados impactantes o incluso inmorales para la época: romances controvertidos, alcoholismo, violencia… Aunque ya muchos escritores de la época criticaron esas obras por su contenido “depravado”, la reacción hubiera sido mucho más visceral si se hubiera sabido la verdad: que estaban escritas por tres mujeres de buena familia. Hoy en día, las novelas de estas hermanas se consideran obras de arte rompedoras que han marcado la historia de la literatura.
2. Mary Ann Evans era George Eliot
El alter ego de la escritora Mary Ann Evans, George Eliot, se convirtió en uno de los novelistas ingleses más importantes del siglo XIX junto a Charles Dickens. Este último, de hecho, admiraba muchísimo las obras del inexistente George Eliot, y era de los pocos que sospechaba la verdad tras la firma masculina.
Después de cosechar numerosos éxitos, como Adam Bede (1859), la auténtica identidad de Mary Ann salió a la luz y creó un gran revuelo, particularmente por su sonada aventura con un hombre casado, George Lewes. Afortunadamente, la polémica no afectó a su popularidad como novelista, y su obra Middlemarch sigue siendo considerada una de las mejores novelas escritas en inglés que existen.
3. Amantine Aurore Lucile Dupin era George Sand
Amantine Aurore Lucile Dupin fue una de las escritoras más populares del siglo XIX y del romanticismo europeo, así como una de las figuras más controvertidas de la época. Divorciada, tuvo un gran número de amantes (entre los que se encontraba el compositor Frederick Chopin). Amantine Aurore fumaba y vestía con ropa masculina a pesar de que en esa época en Francia se requería un permiso especial para hacerlo. En su caso, la utilización de un seudónimo masculino no fue para ocultar su verdadera identidad, sino un elemento de rebeldía contra la rigidez de la sociedad de la época y de los roles de género. Como dijo el escritor Victor Hugo (autor de Los Miserables): George Sand no puede determinar si es hombre o mujer (…) no es mi lugar decidir si ella es mi hermana o mi hermano.
4. Alice Bradley Sheldon fue James Tiptree Jr.
Aunque fue una mujer la que inició la novela de ciencia ficción, con los años este tipo de historia se relacionó exclusivamente con el género masculino. Por eso cuando Alice Bradley Sheldon, una mujer Women’s Army Corps decidió empezar a escribir historias sobre ese tema, lo hizo bajo el seudónimo de James Tiptree Jr. porque, como explicó: Un nombre masculino me parecía una buena manera de camuflarme. Sentía que un hombre pasaría más desapercibido.
Ella estuvo en el Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, donde trabajó en el grupo de foto-inteligencia de las Fuerzas Aéreas e incluso la posibilidad de incorporarse a la CIA, que ella misma rechazó para estudiar en la universidad.
Sus historias hablaban de temas relacionados con el género, entre ellas: Houston, Houston, Do You Read?, que trata sobre un grupo de científicos que viajan a un planeta Tierra futuro en que todos los hombres han desaparecido, y las mujeres que han quedado atrás están subsistiendo solas sin ningún problema. Alice Bradley Sheldon pasó a formar parte póstumamente del “Science Fiction Hall of Fame” en el año 2012, esta vez con su nombre real.
Con información de Domestika