En nuestro país la pandemia vino a descubrir la inequidad que existe en los servicios digitales y cómo la población los utiliza. De repente nos vimos segmentados, entre quienes estaban totalmente conectados con todas las tecnologías y quienes solo contaban con la señal de televisión. Hubo estudiantes que no tenían equipo para tomar sus clases, mientras que del otro lado había alumnos con acceso a computadora, pero con conexiones lentas, las cuales también obstaculizaron sus procesos de aprendizaje.
Uno de cuatro mexicanos carece de internet, teléfono celular y computadora, según una encuesta publicada por el INEGI en colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
El estudio también detalló que mientras el 78.3% de la población en áreas urbanas tiene acceso a internet, solo el 50.4% de la población en zonas rurales tienen este servicio. Habitantes de localidades alejadas a las cabeceras municipales, no cuentan con los servicios de conectividad que ofrecen las empresas tradicionales, bajo la premisa de que el proveer internet a zonas rurales es complejo debido a su estructura geográfica.
El 96% de los usuarios se conectan a internet por medio de un celular inteligente (Smartphone), el 33.7% con una computadora portátil y el 22.2% con un con televisor, de acuerdo con la ENDUTIH. En este sentido, Jorge Castilla, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI), mencionó que, de 126 millones de líneas móviles con acceso a internet, un 103.9 millones son de prepago, lo cual representa un problema para sacar provecho de los servicios digitales, pues un 25% de ese total recargan menos de 50 pesos al mes, los cuales dan acceso a 120 MB en promedio durante ese periodo.
En cuanto al desarrollo de las Pymes, Roberto Martínez, director del centro OCDE en México, declaró que “se aceleró el uso de redes digitales, pero también aumentó la brecha entre las grandes empresas y las pequeñas empresas”.
Destacó que, en algunos países, incluido México, “la calidad del ancho de banda apenas es suficiente”, comentó que, para revertir el daño a la economía, la digitalización de las Pymes que no han tomado este camino será “imperativo”.
“A pesar del avance en las velocidades de conexión, América Latina y el Caribe es una región que aún se encuentra por debajo del promedio mundial, lo cual representó un efecto negativo en ciertos servicios clave para cada país durante la pandemia”.