Dice Marcos Castro Martínez, líder de los diputados locales del PAN, que la privatización del agua no fue un tema de su partido sino del gobierno, pues así se lo declaró a la reportera Berenice Martínez.
Todo estaría bien, sólo que no sabemos a quién quiere engañar el legislador albiazul, pues es de todos sabido que el gobierno emanado de Acción Nacional y que encabezó Rafael Moreno Valle fue el encargado de la concesión que tantos dolores de cabeza le han dado a los poblanos.
Moreno Valle gobernó con las siglas del PAN, señor diputado, ¿ya se le olvidó? Rafael Moreno Valle hasta manipuló elecciones para que ganara el PAN, metió a sus operadores a posiciones clave en el CEN de ese partido y hasta hizo diputados locales y federales del albiazul.
Puebla no sólo es la capital o la Angelópolis.
Marta Erika Alonso fue gobernadora por Acción Nacional, por si no se enteró.
Decimos que la privatización ha provocado dolores de cabeza porque las tarifas se elevaron por más del 100 por ciento en contra de los ciudadanos, porque no han mejorado el servicio, al contrario, porque los beneficiarios son unos cuantos y porque desprivatizar el agua le costará al erario millones de pesos.
¿Quién sabe qué realidad ve el diputado Castro?
¿A lo mejor vive en Narnia?
¿O todos vivimos en el universo paralelo y él observa una realidad distinta? La auténtica, la mera neta, la que si es tangible.
¿A poco en El Yunque ya permiten consumir la ayahuasca o los brownies de la alegría?, muchos blanquiazules se atascan de la felicidad, pero no en público, iría en contra de sus postulados religiosos.
¿En el cielo ya venden caguamas?
¿Será que los famosísimos chocohongos ya los reparten en las sesiones del Consejo estatal albiazul? Sólo así se entendería por qué hacen sus autocríticas y análisis de sus derrotas de manera tan chabacana.
A estas alturas del partido, salir con ese tipo de declaraciones sólo es echarle sal a la herida. Pobre Marcos Castro, tan cerca de Augusta Díaz de Rivera, pero tan lejos de la realidad social.
Sí fue un tema de gobierno, pero de un gobierno panista.
A estas alturas, con una oposición disminuida en el legislativo e intentan dormir al velador, en fin. No vale la pena mentir por convivir, pues.
Bien vale la pena retomar el tema del agua porque la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo llamó en su discurso de toma de protesta a revisar la situación que guardan las privatizaciones de agua que se hicieron en el pasado reciente en todo el país. Puebla no es la excepción, y en ese orden, el tema latente es Agua de Puebla. Incluso adelantó que este mes firmará un acuerdo nacional sobre el particular.
Miguel Barbosa cuando asumió la gubernatura intentó destrabar la concesión, pero al final descubrió un entretejido de candados y candados legales que sólo se quedó con la promesa, no lo logró.
No le queda más que a la federación meterse de lleno para beneficio de los ciudadanos, la propia presidenta Sheinbaum, tanto en la precampaña como en la constitucional, prometió revisar con lupa el tema de las concesiones para beneficio de los ciudadanos.
La verdad es que no se necesita mucho análisis, ni levantar una encuesta, la realidad el servicio y la concesión del agua fueron una pésima medida generada por un gobierno panista.