¿Qué es la nomofobia? ¿Alguna vez han sentido esa ansiedad porque no tienen el celular a la mano, porque salieron de la casa y era como si dejaran las llaves dentro y no hay un cerrajero cerca? ¿Similar a entrar a un baño y ver que no hay papel? Esa desesperación, preocupación, angustia por no tener el smartphone en la bolsa del pantalón se llama Nomofobia.
Hace no muchos años, esa sensación de vacío no existía; para localizarnos no había más que discar un teléfono instalado en la sala de la casa. La información se conseguía con periódicos impresos, libros, folletos y revistas. No había pornografía al alcance de tu mano.
El Covid nos empujó a dar un paso tecnológico gigante que era inevitable. Durante el encierro tuvimos que aprender la digitalización para convivir, trabajar y hasta comer; en la actualidad, Google, Apple, Amazon y Facebook organizan nuestra vida. De esta pandemia hemos aprendido mucho y perdido también, en especial, la comunicación y la privacidad.
Armand Balsebre y Toni Vidal acaban de lanzar su nueva obra titulada, Darwin en el desván. Progreso, sumisión tecnológica y medios de comunicación, un libro que no podía ser más oportuno, ya que propone una reflexión necesaria sobre nuestra relación con la tecnología y sus consecuencias.
La obra te volará la cabeza, abre el panorama y muestra una realidad que estamos viviendo y no podemos percibir. Desde el siglo XX ya estábamos enajenados con los contenidos, en muchas ocasiones, absurdos y vacíos de la televisión. En el siglo XXI, el Internet, las aplicaciones y las redes sociales están generando una preocupante adicción, ahora no somos sin un celular. De ahí se genera la patología conocida como Nomofobia, el miedo a quedarnos sin smartphone y, por lo tanto, aislados del mundo.
Internet se convierte en nuestra memoria
Con la creación de nuevos softwares y algoritmos, es difícil tener privacidad, la red ahora ya sabe todo lo que hablamos y consumimos. Los innumerables contenidos disponibles a un click nos hacen perder la creatividad y el hambre de aprender. Los autores no están en contra de la tecnología, más bien de la ciberdependencia que daña nuestras relaciones interpersonales y nuestra mente de manera significativa. Con Darwin en el desván buscan que el lector tenga un consumo responsable y consciente de las nuevas tecnologías.
Con información de: The NBP