Justo en el extremo septentrional del Parque Nacional Brecon Beacons, en Gales, aparece un pueblo en la ribera del río Wye que pasa desapercibido en una tierra de nadie colindando con el límite administrativo de Inglaterra. Sin embargo, Hay-on-Wye, o Gelli en su versión galesa, es mucho más que una simple localidad del condado de Powys, como muy bien saben los habitantes del Reino Unido. Es un asombroso lugar, una utopía.
Es el destino ideal para bibliófilos que ha fraguado una justa fama desde comienzos de los años sesenta, hasta el punto de ser apodada «la ciudad de los libros». Aunque no son solo los libros los que le han otorgado su enorme popularidad… Lo descubrimos.
El mayor pueblo-librería del mundo
Con tan solo una población permanente de 1500 personas, Hay-on-Wye atrae cada año a cientos cientos de miles de visitantes. La razón: los libros.
Fue durante los años sesenta cuando un joven de familia acomodada y estudiante en la década anterior de la Universidad de Oxford, llamado Richard Booth, decidió emprender una aventura en Hay-on-Wye estableciendo una librería de segunda mano llamada The Old Fire Station, ubicada en la antigua estación de bomberos.
Esta librería se nutrió fundamentalmente de enormes cantidades de libros traídos en gran parte de Estados Unidos y adquiridos en librerías, bibliotecas públicas e instituciones académicas.
El gran éxito de la iniciativa animó a otros a seguir sus pasos y se abrieron otra media docena de locales en las siguientes décadas y, con el paso del tiempo, la población llegó a apodarse «la ciudad de los libros».
Este destino soñado por los amantes de la lectura ofrece en la actualidad al visitante toda una serie de librerías temáticas – abiertas muchas de ellas casi todo el año, con montañas de ejemplares procedentes de todo el planeta -, entre las que se encuentran asimismo las célebres «librerías de la honestidad», que basan sus ventas en la honradez de quienes desean adquirir los volúmenes al ojear entre sus estanterías, muchas veces emplazadas en plena calle sin ninguna vigilancia y, en algunos de los casos, con buzones habilitados en los que depositar el precio estipulado. Las estanterías más fotogénicas en este sentido, situadas contra los muros del castillo de Hay – desde 2018 en proceso exhaustivo de restauración y reapertura a lo largo de 2022 -, son sin lugar a dudas las más icónicas de esta modalidad.
Un gran festival literario
Como no podría ser de otra manera, en un punto de importancia mundial que gira en torno al libro no podía faltar un festival literario que estuviera a la altura. El Festival Hay comenzó su camino a finales de la década de los ochenta con sucesivas ediciones anuales que han situado a esta pequeña población en el plano internacional.
Celebrado actualmente entre finales de mayo y principios de junio, durante diez días, se ha convertido en uno de los eventos de este tipo más importantes del continente europeo e incluso a escala mundial. Un gran acontecimiento enfocado en la literatura, pero también en la cultura y las artes, que congrega a varios cientos de miles de personas, atrayendo además a miles de personalidades de estos sectores venidos todo el globo.
Los espectáculos paralelos llevados a cabo en el enorme recinto donde se celebra se unen a este gran acontecimiento cultural que ha creado alrededor de Hay-on-Wye una atracción turística casi tan milagrosa como la leyenda de la construcción del castillo de la localidad, atribuida a Maud de St Valery, esposa de William de Braose, quien llevó a cabo su reconstrucción, en tan solo una noche, transportando las piedras en su delantal.
Seguramente, en la última década, también ha contribuido en buena parte a la visibilidad de esta población galesa el festival HowTheLightGetsIn, que se celebra coincidiendo con las fechas del Festival Hay. Dedicado a la filosofía y la música, se trata de un gran encuentro que atrae tanto a personajes de talla mundial relacionados con estos intereses como a decenas de miles de personas aficionadas, habiéndose convertido ya en el evento más importante del mundo en su categoría. Celebrado en las riberas del río Wye, supone una excelente oportunidad de conocerlo navegando con kayaks y canoas a lo largo de una longitud de 160 kilómetros, mientras atravesamos a nuestro paso paisajes como las verdes colinas del condado de Radnorshire.
Con información de El periódico