Cada que aparece el diputado federal de Morena Saúl Huerta Corona (en alguna entrevista televisiva) para denunciar de extorsión al menor de edad del que supuestamente abusó sexualmente, el legislador deja entrever dos cosas: o es muy cínico o es un muy pendejo.
O las dos juntas.
Huerta criminaliza a su víctima y señala que la “mafia del poder” es quien está detrás de las acusaciones en su contra, pero se le olvida que fue el propio presidente López Obrador quien ya lo señaló como un presunto delincuente.
A veces, ser cínico y pendejo es un pleonasmo.
Y que quede claro esto no es un mal uso de los adjetivos, pues más bien tienen que leerlo como un diagnóstico o ¿Cómo llamarían a un criminal que es detenido cometiendo el delito y acusa a un menor de edad por extorsión?
Cínico y pendejo, ¿verdad?
Bien, continuemos.
Asegura el diputado federal –aún con fuero– en la entrevista de televisión que a él le tendieron una trampa y que lo intentaron extorsionar.
Surgen algunas preguntas:
¿Por qué nunca aclaró su llamada telefónica a la mamá del joven de 15 años en la que se escucha cómo le ofreció dinero a cambio de silencio y ahí le dice suplicante: “no me destruya, señora”?
¿Será un tema común en los casos de pederastia el salir como Mario Marín a decir: “es mi voz, pero no es mi voz”?
El que nada debe nada teme, reza el dicho popular –y perdón por el lugar común-, pero si no drogó y violó al menor de edad, ¿por qué intenta sobornar a la mamá del muchacho?
¿Por qué Huerta nunca ha aclarado que habiendo tantos hoteles en la CDMX con tantas habitaciones vacías se tenía que acostar con un menor de 15 años en la misma cama y en el mismo cuarto?
El hecho, por sí solo, suena muy sospechoso.
Ha querido sugerir el diputado que el encuentro era consensuado porque supuestamente lo engañaron con la idea de que el menor tenía 18 años. Esa es la salida más tonta, pues bien sabía desde tiempo atrás que su empleado era un joven que aún estaba por entrar a la preparatoria de la BUAP y que él le prometió ayudarlo para entrar a la universidad.
Por donde se vea, nadie en su sano juicio se acuesta con una persona de 15 años. Se necesita estar mal de la cabeza, ser un manipulador, sociópata y vivir con un gran trastorno que además de aplicarse la justicia debe ser atendido por un psiquiatra.
De entrada, lo que ocurrió en ese cuarto de hotel se le debe llamar estupro.
En esta trama, el periodista de El Heraldo de México, Salvador García Soto sugirió que le habían tendido una celada al legislador, pero al final el columnista se comió sus propias palabras y quedó en ridículo.
También dice Saúl Huerta que no hay elementos periciales que comprueben que abusó de un joven de 15 años, pero ya hay denuncias ante la Fiscalía General de Puebla por el mismo delito en su contra. Hasta apenas, el menor violentado sexualmente salió del hospital y se sabe que sí sufrió física y psicológicamente.
Huerta y sus periodistas intentaron decir que su víctima estaba muy lúcida para dar santo y seña de lo ocurrido, pero nunca sus defensores como García Soto pudieron negar que el señor de más de 60 años, padre de familia, ex priista y morenista se acostó con un joven de 15 años en el mismo cuarto y en la misma cama que estaba junto a un jacuzzi.
Los diputados federales de Morena hicieron un pésimo papel al mandar el caso hasta la próxima legislatura porque ahí de todas maneras ya no tendría el fuero constitucional, además Saúl Huerta puede aprovecharse para escapar del país, esconderse de la justicia o algo peor, vengarse de la familia del menor que lo exhibió como pederasta.
Morena se quiere aprovechar de la mala memoria del mexicano y, lo más grave de todo es que el diputado continuará engañando niños, comprándolos y prometiéndoles una mejor calidad de vida a cambio de sexo.
Su vida como depredador sexual continuará.
También hay que decir que la bancada Morenista de la cámara baja del Legislativo cayó en desgracia y fue víctima de sus propios enredos, porque quien acudió a la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México fue el director jurídico del Congreso a probar que el diputado tenía fuero constitucional para que lo liberaran y pudiera votar por la Ley de Hidrocarburos.
No hay que olvidar tampoco que Ignacio Mier Velasco quedó también en ridículo cuando dijo que la bancada de Morena no podría actuar en su contra porque el presunto acto de pederastia no se cometió en horarios laborales.
Saúl Huerta para cazar a sus víctimas aprovecha su situación económica, su poder, su capacidad para engañar a familias enteras de escasos recursos, incluso abusa de la ignorancia de las personas y de los padres de familia.
Depredador, cínico y pendejo.