Si usted cree que Puebla solo es mole poblano, chiles en nogada (siempre deben ir capeados, por cierto), tortitas de Santa Clara, borrachitos, está usted equivocado; si usted cree que la Revista 360º Instrucciones para vivir en Puebla solo es de corte político, sobra decir que está usted perdido y debe dejar de ver las publicaciones de sociales.
Resulta que esta es nuestra 5.a edición del “Sensacional de taquerías”, una edición especial que hemos hecho con todo, y cuando decimos “con todo” quiere decir que es con salsa de la que pica, cebollita, cilantro, chilitos y un limón (no todo lleva limón, pero a veces sí).
Desde el 2008 hemos hecho varias versiones de taquerías, que van desde árabes, al pastor, los necesarios de asada, los de guisado y un largo etcétera, y hemos incluido torterías, aunque aún no entendemos por qué ya cada vez hay menos negocios de esa naturaleza en la ciudad de Puebla, antes había tortas en todos lados y bastante buenas, como las clásicas del Rayito o en su época las Tortas Luis, que estaban en San Agustín y ahora están sobre la 7 Sur.
Una de las razones por las que existe esta revista es porque creemos fielmente en la comida y la gastronomía, sabemos que, además de ser lo que nos genera energía, nos genera placer y aumenta nuestra dosis de dopamina en el cerebro.
Sí, ya sabemos que mucho de lo que proponemos aquí es carne y tortilla, es decir, el platillo por naturaleza del mexicano. Que no fomentamos el veganismo, que para comerse unos taquitos de lechón ahí con Tito, tuvieron que sacrificar a un marrano bebé que aún lactaba y que lo llevamos del estómago al duodeno, al colon y… bueno, es lo de menos. Qué ricos taquitos de puerquito, con perdón de Pepa Pig y Miss Piggy.
La verdad es que no podemos ser hipócritas y negar que esos taquitos de asada, o las cemitas con una buena milanesa, o un taco de guisado con sus rajitas debe ser engullido con mucho honor, porque es el platillo por naturaleza del mexicano.
Hace años se decía: “tres cosas comen los poblanos: cerdo, cochino y marrano”. La situación no ha cambiado tanto, ya que el chancho se ofrece en diferentes presentaciones, y quien diga que no ama unos buenos tacos árabes (de La Oriental por supuesto que no, esos tienen mucho que dejaron de ser buenos), unos de Roger (los de salpicón son de mis favoritos), o una buena semita de pata (esta es con “s”, no con “c”) de don Beto, ahí en La Acocota, no sabe lo que es amar a Dios. La intención de llevar esta edición sobre tortas, tacos y cemitas con “s” o con “C”, es con la finalidad de recomendar más cosas para disfrutar en Puebla.
El turismo no solo es caminar por el centro de Puebla y no haber pasado a comerse unos molotes de la 5 Poniente, junto al PRI municipal. O a la vuelta comerse unas clásicas quesadillas, o echarse unas cremitas de La California ahí en la 2 Oriente a media calle de Santo Domingo.
No, señores, Puebla es más ancho que sus caderas y este no va del centro a Angelópolis. Puebla es muchas Pueblas, y quien lo niegue no conoce lo que se prepara en esta ciudad, pues no solo hay restaurantes, también hay puestos callejeros.
Así que, sin mayores preámbulos, les dejamos esta edición especial para que haga su propio tour del taco. No olvide llevar un buen Riopan, un omeprazol o, en su caso, bicarbonato o sal de uvas, porque la grasa no perdona.
Buen provecho.