Antes de que existieran los post en redes y solo nos limitaremos a leer 80 caracteres, nuestros padres y abuelos alimentaban su imaginación y se entretenían leyendo revistas, periódicos o enciclopedias
Una de las publicaciones que nunca faltaba en el bolsillo trasero del jeans, era el famosísimo Libro Vaquero. Aún lo puedes encontrar entre los chicles y los cigarros del puesto de periódicos. Si te atreves a leerlo, te quedarás enganchado.
Ha vivido entre las sombras de nuestra cultura y en algunos años fue mal juzgada. Déjenos aclararles que no eran libros pornográficos e indecentes sino historietas ambientadas en el lejano Oeste a finales del siglo XIX.
Así apareció
En la década de 1970, Rafael Márquez, director general de Novedades Editores, habló con el escritor de radionovelas Mario de la Torre. Rafael quería una historia cuyo argumento se basara en la historia de amor entre una mujer y un vaquero.
Después de varias historias propuestas, el 23 de noviembre de 1978 salió a la venta el primer número. Además, se convirtió en la primera historieta mexicana en tener un formato de bolsillo (13×15.5 cm). Debido a su bajo costo, practicidad y al escaso tiempo que necesitaba para ser leído, comenzó a ganar popularidad entre los mexicanos.
Llegaron los años 80 y con ello, El libro vaquero consiguió la cima del éxito. En aquella época dorada el tiraje fue de 1.5 millones de ejemplares por semana. No obstante, con el paso del tiempo y debido a la sensualidad de sus portadas, la historieta ganó mala fama. La gente de “buenas costumbres” se refería a él de manera despectiva.
El Libro Vaquero renovado
Después de más de dos décadas, Novedades Editores cerró sus puertas. Así que, posteriormente, El libro vaquero pasó a ser parte de HEVI Editores.
En un esfuerzo para reivindicarlo, se decidió que los guionistas fueran escritores reconocidos por “la calidad de su narrativa”. Así, esta novela gráfica popular estaría respaldada por figuras consagradas.
Uno de los primeros títulos de esta nueva etapa fue La ley y el opio, bajo la autoría de Jordi Soler, las ilustraciones de Pegaso y Fernando Varela junto con Elvira Liceaga como editores.
Aun en nuestros días, El libro vaquero continúa siendo de los libros más leídos en nuestro país –si no es que el más y esto, es importante mencionar, sin recurrir a grandes esfuerzos publicitarios–.
Aunque, como mexicanos debemos atrevernos a romper los prejuicios que rodean a este universo de la historieta y darle una oportunidad, seguramente, si lo hacemos, podremos comprenderlo.
Parte de la cultura popular mexicana
Es innegable que, con el paso del tiempo, El libro vaquero se convirtió en un referente de la cultura popular. No era raro ver, sobre todo a los hombres, en el transporte público u otros lugares a personas inmersas en la lectura de las historias del viejo Oeste que incluían una gran cantidad de sensualidad pero sin llegar nunca a ser sexo explícito. La idea era dejar algunas partes a la imaginación de los lectores. Aun así, se volvió común esa frase de “los mexicanos no leen más que El libro vaquero“.
Sin embargo, en esta historieta se une la labor de diestros argumentistas, dibujantes y demás colaboradores que hacen de cada entrega, ejemplares entrañables y de una notable sabiduría. Ahora cuéntanos, ¿tú qué opinas de El libro vaquero?
Con información de México Desconocido