Por Fredo Godínez
Hace unos días, en algún capítulo de La Ley y el Orden: Unidad de Víctima Especiales, uno de los personajes -de la serie creada por Dick Wolf-, al referirse a un caso de prostitución y abuso sexual de una comunidad católica, dijo; palabras más, palabras menos: “los católicos no acostumbran a nombrar y confrontar los temas incómodos, sólo los ocultan”. Sentencia muy acorde a la más reciente novela de Santiago Roncagliolo: “Y líbranos del mal” (Seix Barral-Planeta, 2021).
A lo largo de trecientas noventa y cuatro páginas, Roncagliolo cuenta la historia de una familia con un especial acercamiento a la relación de un padre con su hijo: Jimmy. La familia de Jimmy entra en ese tópico de familia de clase alta conservadora de Latinoamérica: el papá tiene un trabajo estable como administrador de la catedral de Brooklyn, la mamá es una feliz ama de casa y el hijo está por entrar a la universidad, pero aún no sabe qué estudiar y tampoco conoce mucho del pasado de su padre ni el por qué dejaron repentinamente de vivir en Perú para mudarse a Nueva York.
Un día, la familia es avisada de que la abuela paterna -quien vive en Lima, Perú- ha enfermado y envían a Jimmy para cuidarla. Mientras Jimmy permanece en casa de su abuela, comienza a entrar en contacto con las viejas amistades de la adolescencia/juventud de su padre en Lima, y poco a poco se devela ante él los extraños y terribles motivos del autoexilio de su padre a Brooklyn. A partir de estos descubrimientos, la perspectiva y visión que tenía Jimmy de su familia y del pasado de su padre modificarán su comportamiento y su accionar.
Santiago Roncagliolo se vale de la ficción para ahondar en un tema que sacudió al mundo entero: los casos de pederastia en una de las instituciones católicas con mayor influencia a nivel mundial: Los Legionarios de Cristo. El autor recurrió a las conversaciones, investigaciones y documentales para comprender el tema y lograr confeccionar una novela contundente y precisa; misma que -quizá- por la frescura de los acontecimientos aún no se tiene la suficiente distancia para construir una novela histórica.
“Y líbranos del mal” de Santiago Roncagliolo es una novela que navega sobre temas que, pareciera, forman parte del ADN latinoamericano y por ende incomodan: el fanatismo religioso (o político), la corrupción y el abuso del poder. A esto, habría que agregar la influencia que el pensamiento religioso sigue teniendo en la mayoría; el cual invita a preferir la justicia divina (esa que se va a dar, dicen, en el final de los tiempos) por encima de la justicia terrenal (la que tendría que darse en las fiscalías, juzgados o tribunales; pero que nunca llega por lo podrido que están las Instituciones gubernamentales). Sin duda, una novela que muchos mexicanos católicos a ultranza (y sí, también, sobre todo, poblanos) deberían leer y escaso será el lector que saldrá bien librado al llegar al punto final de la historia, pues aquí se cuentan las consecuencias de guardar silencio.
Desconozco si alguna novelista o algún novelista mexicano ya ahondado, desde la ficción, sobre este tema; pero sin duda, aquí hay un gran oportunidad para entrarle al tema sin lo brusco de los datos duros que tiene la literatura de investigación.