[su_heading]Sofía Ruiz [/su_heading]
Los jóvenes de México se han puesto de pie y levantaron las manos para trabajar por los afectados del sismo del 19 de septiembre.
Entusiasmados, corren por las calles de Puebla con una cartulina entre las manos que los identifica inmediatamente. Los coches entre los que pasan, algunas veces, se detienen para bajar cajas de cartón llenas de vivieres que sacan de sus maleteros.
Mientras una parte de ellos organiza las provisiones que les llegan, otros aguzan la vista para encontrar más donantes.
Desde aquellos que decidieron tomar sus coches para llevar los donativos a las poblaciones de dentro y fuera del estado. Hasta los que, a través de redes sociales, ofrecen sus casas a los necesitados.
La mayoría de los que conforman estos cuerpos de ayuda son estudiantes universitarios. Así, la generación millennial ha salido de sus casas para apoyar con lo que está en sus manos.
“Vamos de la mano, queremos llevar a las comunidades las cosas que necesitan y que esto se solucione pronto”, comentan los voluntarios en los centros de acopio.
Los centros de acopio en la ciudad están repletos de jóvenes, libres de sus labores escolares, muchos toman la oportunidad para servir al país que los vio nacer.
Una imagen de solidaridad se está plasmando en el rostro de México frente al mundo, y es gracias a sus mexicanos.