Los que disfrutan de los viajes relajados y destinos tranquilos, prefieren evitar ciertos Pueblos Mágicos por sus aglomeraciones, y con más razón si estamos en pandemia.
Es cierto que existen algunos destinos que atraen casi masivamente a los viajeros mientras que otros permanecen poco explorados. Pero no es necesario que te quites el gusto de conocerlos, aquí te damos algunas recomendaciones para visitarlos y no terminar atrapado entre una turba de turistas.
Tulum
Este viejo pueblo de pescadores, además de poseer un importante vestigio de la cultura maya de la costa de Quintana Roo, cada día amanece (casi literalmente) con nuevos emprendimientos. También es uno de los destinos que más vio crecer su oferta de wellness y hospitalidad, con haciendas de estilo yucateco y hoteles boutique, de diseño minimalista.
Además, en Tulum puedes gozar de suficiente naturaleza para sentirte lejos de todo y, al mismo tiempo, tener una diversidad de sitios para salir o hacer shopping. En pocas palabras, lo tiene todo.
Isla Mujeres
Esta isla pequeñita está en nuestras favoritas por muchas razones: es un destino que no necesita más que su naturaleza para encantar, el ambiente es relajado y sin pretensiones. En sus escasos 7 km de longitud encontrarás playas paradisíacas sin multitudes y, lo que es mejor, podrás dedicarle las horas de tu día a descansar, practicar snorkel, buceo o paddle board encontrando en cada nueva exploración algo sorprendente: el santuario de tortugas marinas y las ruinas mayas de la Punta Sur y los arrecifes de coral de Punta Norte.
Si llegas a necesitar tu dosis de ciudad, vida nocturna y shopping basta con que tomes el Ferry o viajar en catamarán o velero rumbo a Cancún, a tan sólo 15 minutos de distancia. La temporada de diciembre-enero es ideal, ya que el clima es templado, tirando a fresco por las noches (unos 8 grados).
San Cristóbal de las Casas
Este Pueblo Mágico sólo puede producir puro placer estético: desde el cielo, la arquitectura y las montañas a lo lejos hasta las prendas que elaboran sus artesanos todo está vivo y pleno de color.
Quienes lo visitan por una breve estancia terminan con ganas de trasladar temporalmente sus vidas (y por qué no, si el trabajo remoto lo permite) a esta ciudad de más de 200 mil habitantes con espíritu de pueblo; la gente -locales y foráneos- muestran una extraña cualidad que podría resumirse como familiaridad. Además, ofrece opciones tanto de lujo en hoteles boutique como en cafés y restaurantes ideales para espíritus bohemios.
Palenque
No se trata como tal de un Pueblo Mágico: enclavado en el corazón de la Selva Lacandona, se encuentran aquí los vestigios más importantes de la cultura maya, cuya historia se remonta al periodo Clásico (400-900 d.C.). Sus sofisticadas construcciones de grandes dimensiones integradas a la selva, los vestigios del antiguo acueducto que las conecta y las vistas panorámicas que ofrece son inigualables.
Lo ideal es hospedarse en Tuxtla Gutiérrez, de donde puedes tomar la Carretera Federal No. 190, con dirección a Ocosingo. Más tarde la Carretera Federal No. 199, hasta el poblado de Palenque, desde donde se tiene que recorrer un camino de siete kilómetros rumbo a la zona arqueológica.
Con información de Travesias Digital