Por Carmen Aranda
Muchos viajes por ser internacionales requieren del pasaporte como identificación oficial. No hablemos de trámites forzosos de visas, hoy nuestra estrella es ese bello pasaporte verde con una foto donde seguro sales con cara incomoda y ojos deslumbrados por el flash, al menos así es la mía.
Hace casi 1 año, mientras documentaba en el aeropuerto, el joven muy amable de la aerolínea me pidió mi pasaporte para revisar que todos los datos estuvieran correctos. Poco a poco, en cámara lenta (como en las películas) entré en pánico por no tenerlo conmigo. Las piernas me temblaban y la voz no me salía. El joven muy amable me dijo que buscara bien, probablemente estaba entre mis cosas. Pero mi pasaporte no salía por ningún lado. Comencé a recordar paso a paso, fui de reversa por el día. Bajé del camión, tomé el camión, tomé uber, salí de mi casa, empaqué…¿lo empaqué?
En mi nerviosismo salió una carcajada que hasta el pobre hombre se espantó. Creo que hasta él me acompañó durante mi viaje en el tiempo y me preguntó «¿Qué pasó, lo encontraste?» ¡Claro que no lo encontré por qué nunca lo empaqué! Todo este tiempo se quedó guardado, en su cajita que le tengo como altar (por que amo mucho mis sellos internacionales). Seré honesta, quería llorar de la vergüenza y también de la desesperación. Lo mejor de todo es que el amable joven pudo ponerme en el primer vuelo de la mañana siguiente para que me diera tiempo ir de CDMX a Puebla, tomar mi pasaporte y regresar para volver a documentar. Fue un ángel.
En el camión de regreso del aeropuerto a la terminal de Estrella Roja, una vez que se me pasó parte del enojo por mi novato error, pensé «¿Y si sí lo hubiera perdido? ¿Si no estuviera en México?». Siempre he creído en la clásica frase de: todo pasa por algo, traté de ver la situación por el lado positivo y prepararme para este error que también puede ser un accidente y que a todos nos puede pasar.
¿Qué hacer si lo perdí? Primero mantén la calma, recuerda que todo tiene solución. Ahora, sigue estos 4 consejos para agilizar el proceso:
- Lleva siempre contigo una copia de tu pasaporte. Yo siempre llevo una tanto impresa como escaneada en mi correo electrónico.
- Guarda fotografías. Aunque suene un poco extraño, si en verdad extraviaste tu pasaporte, puede que te pidan fotografías tamaño pasaporte con fondo blanco. Si estás en un país lejano, quién sabe en dónde puedas tomarlas, así que ahórrate eso y siempre lleva en tu cartera un par. Uno nunca sabe qué pueda pasar.
- Identificación oficial. Aparte de la copia de tu pasaporte, asegúrate de llevar a tus viajes una identificación oficial vigente. Muchas veces nos confiamos que por ya llevar el pasaporte no necesitamos otra identificación. Es mejor revisar que todo esté vigente antes de partir.
- Denuncia. Para tramitar un pasaporte fuera del país, tendrás que dirigirte a la embajada mexicana más cercana. Probablemente te pidan algún tipo de denuncia para comprobar que realmente perdiste o te robaron el pasaporte.
¡Mucho ojo! No se fíen de nadie cuando viajen, los viajeros tenemos un sello en la frente que dice «Turista». Si no tienen caja fuerte en el hotel para dejar sus documentos de valor, separen su pasaporte de su identificación. Si pierden algo, que solo sea una cosa y no todo. Tengan cuidado de sus cosas personales, traten de llevar los cierres de sus bolsas y mochilas bien cerrados y nunca las dejen a la vista ni desatendidas.