El 6 de diciembre de este año, en medio del ajetreo político por arranque de las precampañas y el inicio de los festejos navideños, autoridades de la subsecretaría de Transportes del gobierno de Puebla literalmente revivieron el derrotero de la Ruta 34 de transporte público, ahora con el nombre de ‘Ruta Eclipse’.
La Ruta 34 fue extinguida hace dos años por el gobierno del estado, pues su recorrido intervenía con la Línea 2 del Metrobús, que transita por la 11 Norte- Sur. Los concesionarios de dicha ruta fueron incluidos en la declaratoria de rescate para dar paso a la Red Urbana de Transporte Articulado (Ruta).
A más de dos años del inicio de operaciones de la línea 2 de Ruta y cuando los ojos preocupados de todos los concesionarios están puestos en la instauración de la Ruta 3, que circulará por todo el Bulevar 5 de Mayo, Abraham Sánchez González, coordinador de la operación de la línea 3 del Metrobús en la Secretaría Infraestructura, Movilidad y Transportes, determinó echar a andar la ‘Ruta Eclipse’ con todo sigilo.
El recorrido de Eclipse va precisamente de la unidad habitacional Galaxia Eclipse a la zona de Angelópolis.
Por el trayecto que hace esta ruta se ven afectados los recorridos de las rutas 54, 54-A, 33, 45-A y Ruta Azteca. Por si fuera poco, también se atraviesa por el mismo recorrido de la Ruta Alimentadora 28. Es decir son seis opciones de transporte público que realizan, prácticamente, el mismo trayecto.
Se prevé, además, que la recién implementada Ruta Eclipse pase por el nuevo Bulevar Las Carmelitas, y con esto se consolide como el transporte oficial de esta zona del sur poniente de la ciudad de Puebla.
Ruta Eclipse está conformada por 40 vehículos; de acuerdo con fuentes de la subsecretaría, a cada vehículo se le ha cobrado una cuota mensual de 5 mil pesos para formar parte del recorrido, es decir, 200 mil pesos reciben los creadores de esta nueva troncal.
Y, aún más, las unidades de microbuses que forman parte de ruta Eclipse son vehículos viejos, que en teoría ya no podrían funcionar, pues son de los años 2004 a 2006.
Por si fuera poco, algunos de estos camiones transitan con placas que corresponden a camionetas tipo combi o Urvan, mas no a microbuses, como se comprobó durante un recorrido.
Para cerrar la pinza, Ruta Eclipse funciona en total impunidad, no son molestados por autoridades de la subsecretaría de Transportes o de la Contraloría, pues todo forma parte de un engranaje de corrupción.
Algunos de los concesionarios afectados han intentado dialogar con Abraham Sánchez para llegar a un acuerdo con él o pedirle una explicación, pues existe una saturación de rutas y en consecuencia hay menos ingresos para las cinco que ya estaban establecidas.
A los que han tenido suerte de ser recibidos por el funcionario, les ha dicho que “una raya más al tigre no hace daño”. Además de que la instrucción viene de “arriba” y se debe apoyar a Antorcha Campesina.
Vale la pena señalar que apenas el mes pasado, Anuar Musalem Valencia, director de Seguridad de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) Capítulo Puebla y brazo derecho de Abraham Sánchez González al interior de la subsecretaría de Transportes, presentó el libro “Origen y destino de la movilidad. Guía práctica para la movilidad cotidiana”.
En él, Musalem escribió que “la nueva política del transporte pondere al usuario, al transportista y a las autoridades como eje de movilidad. Para lograrlo es necesario impulsar una visión integral que ubique al ser humano como la parte más importante de la movilidad”.
En ese sentido, valdría la pena preguntarles a los encargados de operar la línea 3 del metrobús e integrantes de la AMTM capítulo Puebla: ¿Con la ruta Eclipse se ponderó al usuario y al transportista o únicamente las autoridades fueron las beneficiadas por ser el eje de movilidad?