Al abrir estos libros caemos en ellos como Alicia dentro de la madriguera, sin pensar en cómo saldremos y expectantes por lo que vendrá. Asumimos el riesgo de hacerlo aun sabiendo que en algún momento nos arrojarán de vuelta a nuestro mundo y ya no seremos los mismos. Volvemos, sí, pero con más dudas que certezas, con más respuestas y más preguntas y, quizás, también más sabios.
Aquí te van cinco obras grandiosas del momento:
1.Primera persona del singular
Por Haruki Murakami, Precio: $328,00
Dice Murakami en el relato que da título a este volumen que quien embellece y crea una vida de cartón piedra para sí siente una punzada en el ánimo. No hay artificio en este libro, que se lee como una confesión sincera. Es un canto sereno al amor, a la juventud, a ese pasado que todos guardamos y al que todos, en algún momento, volvemos.
2. Billy Summers
Por Stephen King, Precio: $333,90
“Un basurero provisto de arma”. Así presenta Stephen King al mejor asesino a sueldo del mundo, un francotirador que se rige por un código ético: solo se carga a malas personas. Excombatiente de la guerra de Irak, Billy Summers tiene un pasado más jodido que el de Rambo, pero es un tipo estupendo: buen vecino, buen niñero, buen amante… Y un soldado que sabe que nunca se deja atrás a un compañero, aun cuando esto sea un mal negocio.
3. Maddaddam
Por Margaret Atwood, Precio: $369,00
Compartiendo título con la trilogía que cierra, el texto acaba el relato de destrucción y, en cierto modo, renacimiento que comenzó con Oryx y Crake y El año del diluvio. Una distopía que señala con agudeza y mucha inteligencia los temores del mundo que hoy habitamos.
4. Nunca
Precio: $599,00
Ken Follet nos mantiene en vilo hasta el final para saber si se desencadenará la Tercera Guerra Mundial. Una novela de espionaje, un thriller político y una intriga destilada de las sombras de la Primera Guerra Mundial, aquella que nadie quería y nadie supo detener.
5. 1000 años de alegrías y penas
Precio: $189,00 Libro electrónico
En solo 500 páginas, Ai Weiwei repasa desde su infancia en “la pequeña Siberia”, donde desterraron a su padre en la Revolución Cultural, hasta ahora. El consagrado artista chino reflexiona sobre cómo luchar por los derechos humanos le transformó “al parecer, de artista en activista social”. Una lección vital de sabiduría y arte.
Con información de Squire