Por: Cecy Rendón
¿VotarÃas por una mujer? Una pregunta recurrente en paneles y conferencias, aplicada en diferentes ocasiones, la pregunta se ha hecho continuamente… y continúa más que nunca en estas últimas campañas. Desde hace varios años el INE ha venido trabajando en la paridad de género en las candidaturas, con el objetivo de llegar a un equilibrio entre hombres y mujeres en puestos de elección popular y toma de decisiones de interés nacional. En estas elecciones, mas que nunca antes, vemos candidatas a diputadas, senadoras, presidentas municipales, gobernadoras… y la misma pregunta permanece en la conversación: ¿VotarÃas por una mujer?
La sororidad y el feminismo indicarÃa que la inmediata respuesta, sin cuestionamiento alguno, deberÃa de ser SI. Si votarÃa por una mujer. Pero la responsabilidad del voto y el compromiso con la democracia es mucho más complejo que eso. Hay que dejar algo muy claro, el hecho de ser mujer no disminuye la capacidad intelectual, las habilidades de liderazgo, la capacidad de tomar decisiones racionales, o cualquier otra capacidad que sea requerida para cualquier puesto de elección pública. Todo lo contrario, mucho se ha dicho y escrito sobre las enormes ventajas de tener mujeres en los puestos de liderazgo y toma de decisiones tanto en la vida pública como en la iniciativa privada.
Llevamos varios ciclos electorales viviendo en una alternancia de partidos, y si bien los resultados de cada partido en su etapa de gobierno son altamente debatibles, la realidad es que hoy las elecciones están mucho más enfocadas a los candidatos que a los partidos. Y sÃ, todos los partidos tienen una cuota de género que cumplir, y si, se vieron obligados, obligados, a postular mujeres en sus boletas. Aunque en esta contienda la presencia de mujeres candidatas haya comenzado como una cuota de género, de ahora en adelante será una realidad a la que todos nos acostumbraremos. Porque la presencia de las mujeres en la vida polÃtica es una consecuencia natural del progreso de cualquier sociedad hacia la equidad y la inclusión.
Es un hecho que a México le urgen más mujeres en puestos polÃticos, que urge atender y resolver problemas de violencia de género, equidad de género, igualdad de oportunidades, inclusión, y un largo, muy largo, etc. Aún asà debemos de ser muy responsables con nuestro voto, y cambiar la pregunta. No se trata de votar o no votar por una mujer, se trata de votar por el mejor o la mejor candidat@, se trata de votar por las mejores propuestas que resuelvan los retos tan grande que enfrentamos como paÃs, se trata de genuinamente votar racionalmente y en pro de un mejor México.
El feminismo ha logrado que las mujeres tengan no solo el derecho a votar sino también tengan el derecho de ser votadas, ha logrado que las mujeres puedan acceder a cualquier cargo polÃtico… y las mujeres han demostrado que pueden hacerlo, y hacerlo bien, al mismo tiempo en que equilibran la vida familiar, rompen esquemas sociales y cambian dÃa a dÃa el mundo. La presencia de las mujeres tanto en las urnas como en las boletas es parte de una nueva normalidad y dentro de pocas elecciones la pregunta ¿votarÃas por una mujer? Habrá quedado completamente obsoleta.
En estas elecciones, nunca está de más decir que todos debemos salir a votar, pero hay que votar más allá del partido o del género, hay que votar pensando en el bien común, hay que votar por la persona que ofrezca el desarrollo que tu comunidad, tu estado y tu paÃs necesitan.
Fotos: Agencia Es Imagen